Capítulo 13

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El cerebro humano es algo muy difícil de predecir. Cambia constantemente causando comportamientos variados en cada persona. Propende a recurrir a tus recuerdos más oscuros y recónditos y hacerlos presentes en los momentos menos apropiados. Utiliza información irrelevante a su antojo y te confunde con ella. Impregna caras de desconocidos y te hace creer que los conoces de toda la vida.

Como una presentación de PowerPoint, varias diapositivas pasaron por mi mente cuando hice contacto visual con el oscuro chico frente a mi.

Yo mirando las historias de Instagram de Justin, la cara y ronca voz del castaño, su perfil, sus fotos... De ahí lo conocía. No me acordaba pero lo conocía. Lo conocía por Justin, por stalkearlo. Un día hace un par de meses estaba mirando sus historias de Instagram y aparecieron varios chicos junto a él. Un pelirrojo, un castaño, uno con mechas azules y otro de pelo azabache. Recuerdo haberme interesado en ese en especifico, no por su físico; si esa fuera la razón me hubiera fijado en el de pelo azul quien tiene un atractivo impresionante. Pero fue su voz... Grave, con un acento que no pude distinguir, masculina y extraña... Como si detrás de los simples diálogos que estaba diciendo se escondiera un terrible secreto. Recuerdo entrar a su perfil y quedar encantada con él, su pelo negro como la noche, sus ojos del mismo color, su mandíbula marcada, sus ojos algo hundidos, su piel extremadamente pálida, unas ojeras notorias bajo sus ojos en todas sus fotos. El chico tenía un aura densa y eso... Eso me llevó a tardarme toda una noche simplemente viendo sus fotos, etiquetados e historias destacadas. Se llamaba Camilo, a diferencia de mi sueño que lo había denominado como Manuel. Al parecer había nacido en Colombia y se mudó a España en el 2016. Tenía una banda en la que tocaba en varios restaurantes, al parecer uno de ellos Rockstar.

—¿Quien es tu novia, campeón? Por un momento pensé que eras gay.—Su voz... Mierda me encanta. Es incluso más grave de lo que mi cerebro la había interpretado a partir del video de doce segundos. Salí de mi trance y me giré hacia Justin.

¿Novia? ¿Como que novia?

—No jodas, Cam—Justin le miró mal—Es una amiga.

—Pero una amiga muy guapa—Contribuyó el pelirrojo uniéndose de repente a la conversación. Su cabello parecía pintado debido al color tan radiante que tenía. Sus ojos son de un color verde claro, tirando al amarillo.—Álvaro a tu disposición preciosa—Me extendió su mano—Pero me puedes llamar el amor de tu vida—Me guiñó el ojo.

Claramente era el típico Casanova que cree que con un par de piropos se puede llevar a cualquier chica a la cama. No digo que no hayan quienes caigan, pero personalmente, esa personalidad me parece vaga e inclusive demasiado común.

Estreché su mano por mera cortesía.

—Alexia—Contesté. Mi típica seriedad haciéndose notar. Personas como Sophia o Justin los conozco desde que tengo memoria, a pesar de no hablar tanto con el último hay confianza y cierto compañerismo. Crecimos juntos, me puedo portar natural con él. En cambio, con Álvaro todo era muy ajeno. Por lo tanto me demoraría un tiempo en siquiera darle alguna sonrisa.

—Dura de conquistar, me gusta—Sonrió con picardía y me dió un beso en el dorso de la mano. Prácticamente de inmediato, Camilo lo apartó.

—Ya imbécil, que es la chica de Justin.

—El dijo que no eran novios—Aclaró, con cierta obstinación en su voz.

—Da igual—Le dió un golpe en la nuca y volvió hacia mi. Sus penetrantes ojos se fijaron con los míos y una corriente de frío recorrió todo mi cuerpo. Este chico me desconcertaba, incluso lograba ponerme algo nerviosa.

—No le pongas atención ¿vale?. A este la faltan neuronas en su cabeza.—Elevó su comisura derecha y se giró hacia Álvaro quien lo miraba indignado.

Solitariamente juntos © [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora