Prologo

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El vacío interno que trae una pérdida es imposible de rellenar. Puedes buscar todo tipo de masas o concreto. Pero siempre de alguna forma volverás a sentirte así.

Vacío.

Hasta que llega ese pedazo de músculo que le hace falta a tu corazón. Ese ladrillo indestructible que está dispuesto a volver tu estructura irrompible.

Y por un momento crees que todo volverá a ser como antes, o incluso mejor. Que volverás a sentirte completa. Que volverás a sentir.

Que volverás a ser feliz.

Y luego la realidad abarca tu cuerpo, y te das cuenta que el, nunca te rellenó. Fue una sombra. Una ilusión. Un sueño.

Otro sueño roto que se une al mar de la desilusión.

Te das cuenta que todas sus palabras fueron falsas, que todo su apoyo se dio por una causa.

Que todo fue una mentira.

Que las historias cliché de libro en las que la protagonista llora por el chico, dejan de ser infantiles y comienzan a tener sentido.

Y entonces quedas más incompleta que antes. Más rota. Más perdida en la oscuridad.

Blake era un monstruo disfrazado de Ángel. Le creí mi salvación... Mi escape de este mundo.

Lastima...

Porque fue mi destrucción.

Solitariamente juntos © [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora