Ver a Bill es esa especie de... "estado mental" me había tomado por sorpresa. Todavía no lograba acostumbrarme a él, a esas cosas suyas que le hacían distinto de cualquier otro ser humano. Me apoyé en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y así esperé a que terminara la conversación.
Sus ojos volvieron a la normalidad y fue entonces cuando me acerqué a él, sabiendo que ya había terminado de hablar con sus amigos.
-¿Todo bien, Bill?- me senté junto a él en el sofá, sin dejar de observarle, tratando de analizar su comportamiento ya que de alguna manera, quería saber qué se le pasaba por la cabeza en estos momentos.
El asintió, pero su mirada tanto pensativa como perdida me hizo pensar que no era así del todo. ¿Sus amigos le habrían dado malas noticias?
-¿Podemos hablar?- pregunté tranquilo. Quería que supiera que estaba dispuesto a ayudarle, y que él tenía que confiar en mí, ya fuera para irse o para quedarse en la Tierra. Él me miró, pude notar preocupación en sus ojos. La duda de qué le habían dicho sus amigos crecía en mí. Fui directo. No podía esperar más a saber qué era lo que realmente le había hecho venir a parar aquí, a mi realidad.
-Quiero que me cuentes cómo y por qué has acabado aquí.
Bill bajó la mirada y suspiró suavemente. Quizás no era su tema favorito, pero tarde o temprano tendría que contármelo por mucho que lo evitara.
-Bien...- empezó a jugar con sus dedos.- Mis amigos, Gustav y Georg, estaban construyendo un portal que abriera una brecha y conectara una realidad con otra. Cuando me lo contaron me emocioné mucho, en un primer momento pensé que viajar por distintas dimensiones sería algo muy divertido.
Su voz sonaba triste y apagada, y a pesar de que él no me mirara en ningún momento, yo no paraba de hacerlo, Bill tenía toda mi atención.
-Un día me llevaron con ellos, para enseñarme la máquina que estaban haciendo. Estaba casi terminada, sólo quedaba comprobar que todo fuera en orden y hacer unas pruebas. Pues... - hizo una breve pausa, cubriéndose el rostro con su melena, yo fruncí el ceño extrañado por su gesto, aunque ya me imaginaba cómo iba a acabar la historia.- Me colé sin querer.- terminó la frase bajando tanto la voz que de milagro logré escucharlo.
El giró la cabeza en la dirección contraria a mí, seguramente muerto de vergüenza.
-Bill, ¿como es posible que te colaras por accidente en un portal?- llevé una mano a mi mentón. Había que ser muy torpe para que te pasara algo así.
-¡Fue por error! Digamos que me puse cotilla...- esta vez me miró y pude ver toda su cara de un notable color rojo.
Reí un poco por la situación y su reacción al contarme todo esto. Recibí un codazo por su parte.
-No te rías.- me miró con una cara de enfado demasiado tierna. Incluso parecía un niño pequeño enfurruñado.
-¡He dicho que no te rías! -se cruzó de brazos, apretó la mandíbula y alzó una de sus cejas a la vez que sus ojos se volvían rojos. Ahí ya dejó de parecerme tierno y dejé de reír.- Así me gusta.- sus ojos volvieron a la normalidad y su expresión de enfado desapareció por completo, como si nada.
-Ehh...-él me miró esperando a que dijera algo.- ¿Y qué harás? ¿Sabes cómo volver? ¿Tus amigos Gregor y Augusto te dijeron algo?
Él estalló en carcajadas. De verdad que era imposible entender a este chico... ¿Qué le pasaba ahora? ¿Qué había dicho que fuera tan gracioso? Esperé a qué se le pasara la risa, incluso tenía que limpiarse alguna lágrima que se le iba a salir. Sin embargo yo me mantuve serio todo el rato, viéndole sujetarse el estómago y respirar con dificultad por las carcajadas.
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Hey You - Toll
Fanfiction¿Qué pasaría si dos caras de la misma moneda se juntan? Dos soñadores con un mismo destino, sobrevivir unidos y poder salvar lo que una vez ambos tanto amaron. Crueles realidades, cada una diferente y más horrible. Solo tienen una salvación, no deja...