Hey You - Toll

Capítulo 9

-Bill... Quiero preguntarte algo y necesito que seas sincero.

Su pregunta me hizo quedarme serio, y a decir verdad, esa repentina seriedad en su voz y en su mirada hizo que me preocupara un poco. Sólo asentí sin decir nada, muerto de curiosidad, aunque quizás fuera algo que no querría responder...

-¿Cómo te sientes?

Ladeé la cabeza frunciendo el ceño, seguramente porque no me esperaba esa pregunta, sino algo más... Profundo.

Desvié la mirada buscando las palabras para expresar lo que sentía, algo que no solía hacer de una forma tan abierta.

-Pues... Bien. Supongo.

Su ceño se frunció suavemente, lo que me dio a entender que no comprendía mi respuesta. Y pensándolo bien, era normal que no supiese por qué decía que estaba bien teniendo en cuenta lo que pasó anteriormente. Ese enfado y ese bajón emocional no significaban estar bien, y eso era algo que tanto Tom como yo sabíamos a la perfección.

-Quiero decir... -traté de explicarme y justificarme.- Estoy bien, aquí, contigo. Me haces estar todo lo bien que podría estar y... Eres genial.- iba a continuar hablando, pero al alzar mi vista, la cual iba alternando por puntos aleatorios de la habitación, vi a Tom mirarme un poco... ¿Raro? No sabría descifrar esa mirada.

En seguida me di cuenta de lo que había dicho. Tom estaría seguramente pensando cualquier cosa, y no quería que se hiciera ideas raras. Me puse automáticamente un poco nervioso. ¿Cómo se supone que iba a arreglar lo que ya había dicho para que no lo malinterpretara?

-Me refiero... A que... -reflexioné brevemente sobre lo que decir, aunque los segundos se me hicieron eternos.- Has sido bueno conmigo... No me has hecho daño... Has accedido a dejarme estar en tu casa y me has cuidado...

Esto no estaba funcionando, no quería mirar a Tom porque con cada palabra lo estaba empeorando más y más. ¡Esto parecía una maldita declaración de amor!

-Tranquilo... -me dijo él tratando de restarle importancia al asunto al ver cómo mis nervios iban en continuo aumento a cada palabra que salía de mi boca.

-A ver.- suspiré rendido. -Estoy bien. Todo esto podría haber salido mal, muy mal, pero por suerte no ha sido así. Quiero volver, este no es mi lugar, tengo toda mi vida allí pero...- hice una mueca bajando la mirada triste.- Tengo miedo de que no vaya a ser posible... Estoy perdiendo las esperanzas y tengo miedo de quedarme aquí atrapado para siempre...

En ese momento sentí los brazos de Tom rodearme. Ese gesto por su parte fue suficiente para transmitirme una tranquilidad que realmente necesitaba. La sensación fue indescriptible. Me sentí bastante reconfortado por lo que apoyé la cabeza en su hombro y me dejé abrazar.

-Tranquilo... No tienes que agobiarte. Pase lo que pase todo saldrá bien, te lo prometo.- sus palabras me hicieron sonreír. Era increíble la facilidad que tenía para hacerme sentir tan bien, tan cómodo en un lugar al que no pertenecía. Levanté la cabeza lo suficiente como para poder observar sus ojos, aún con una pequeña sonrisa esbozada en mis labios, la cual no mostraba intenciones de desaparecer.

Me quedé mirando sus ojos un par de segundos.

-Gracias, Tom...

Sentí sus brazos dejar de rodearme, pero sus ojos aún me miraban con calidez. Esa calidez que sus brazos se habían llevado al dejar de envolverme.

-Encontraremos la forma de que puedas volver a tu realidad. Y en caso de que no podamos... Siempre podrás quedarte aquí.- me dijo en un tono calmado y suave.

Asentí levemente en señal de que estaba de acuerdo con él y sobre todo agradecido por el apoyo que me estaba brindando.

-Tómate tu tiempo, Bill, no quiero que te agobies con esto porque eso no va a servir de nada.