La Hija de Jason the Toymaker

¿Aprendiz o sirvienta?

-Escucha Jeny, ahora que eres mi nueva aprendiz deberé enseñarte todo lo que sé. Dijo Jason mientras la chica lo miraba con indiferencia.- Bien ven conmigo. Jason la llevó dentro de una puerta celeste con detalles dorados en donde vió una pila de cadáveres en descomposición. El olor putrefacto llenaba la habitación. Sin embargo la pequeña de cabellos negros ni siquiera hizo una mueca de desagrado, manteniendo el mismo rostro inexpresivo y la miraba sin vida de antes. Todos los cadáveres a su alrededor tenían algo en común.. a todos les habían quitado el corazón. Al notar esto la pequeña niña se detuvo mirándolos fijamente y susurrando- Ellos no son perfectos.. Jason escuchó esto y extrañado ante la reacción de la menor le preguntó intrigado.- ¿Qué crees que necesitan para ser perfectos.- Yo.. tengo que enmendarlo. Arreglar sus heridas e imperfecciones. Acto seguido la pequeña tomó hilos y agujas que encontró y tomó uno de los cadáveres. Cosió toda la herida hasta cerrarla por completo.- Los muñecos deben estar siempre despiertos y sonreír. Dijo dejando sorprendido a Jason al ver cómo la niña les cosía una sonrisa algo deforme y cosía los párpados del cadáver. Se levantó al quedar satisfecha con su trabajo. Jason la miraba sorprendido y algo feliz.- Bien pequeña Jeny. Veo que no necesitas mi ayuda. Te voy a dar una tarea.(lleva a Jeny a una mesa llena de juguetes y corazones llenos de sangre de los cadáveres.)- Llevar toda la fábrica yo solo se ha hecho una tarea agotadora y necesito ayuda. Tu tarea será extraer la almas de los corazones de las personas y meterlas a los juguetes. Para hacerlo (se acerca u toma su mano) deberás ver lo que yo. Luego de decir eso Jason le clava las uñas en la mano logrando de ella solo una pequeña mirada de dolor apenas captable. Pronunció unas palabras extrañas y sus ojos brillaban de un color verde. Los ojos de la pelinegra también brillaban pero de un color azul oscuro. Habiendo terminado su trabajo Jason la soltó y le ordenó abrir los ojos. Jeny sintió que su vista era diferente ahora, al mirar los sangrientos corazones logró percibir algo diferente en ellos. Ahora pequeñas luces se podían ver reflejar de cada uno de ellos.- Esas son las almas que deberás extraer. Según que tan vivaz y alegre sea la persona mayor vida le aportará a mis juguetes. Por eso... tu Alma no me sirve de nada............. Lo único que logró hacer fue he la niña lo volviera a mirar con desinterés, algo que le molesta un poco. Bien.. para extraer las almas lo único que debes de hacer es tocar la luz. Esta irá a tu mano, después la pondras dentro del hoyo en el pecho del muñeco y lo coserás ¿Entiendes? La pelinegra solo asintió con pocas ganas e hizo lo que le explicó. Jason al ver que entendía rápido sonrió un poco y salió de la habitación, pero antes de cerrar la puerta dijo.- Más te vale terminar todo antes de la mañana, vendré en un rato para ver como te va. Acto seguido cerró la puerta dejando a la niña sola.