Fictober 2019 ~Bungou Stray Dogs~

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El barrio mortero, la zona más pobre de la ciudad, las calles y las pequeñas casas demostraban el lado oscuro de Yokohama, vendedores de drogas, prostitutas en las esquinas principales e incluso habían menores de edad que robaban en los mercados ambulantes, como el lo hizo alguna vez.

Los recuerdos de su niñez no eran muy agradables, no tenía memoria de los siete años para atrás aunque hasta los diez todo era borroso.

No fue hasta que se convirtió en líder de Sheep y cuando conoció a Dazai que comenzó a ser conciente de las decisiones que tomaba, de su forma de actuar y como impactaba a otros haciéndole creer que si no estuviera vivo todo sería mejor.

Cuan equivocado estaba.

Antes de cumplir 17 comprendió el motivo de su existencia, proteger su hogar, proteger Yokohama.

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Mientras recorría cada zona de la ciudad en su rostro se dibujaba una sonrisa, todo tenía una historia para él, historia donde compartía el protagonismo con aquel detective que lo volvía loco.

Cerca de la costa había un edificio abandonado o al menos los escombros de lo que alguna vez fue. En aquel entonces no comprendió lo sucedido, se enfrentó a su habilidad y después a un enorme dragón que a su paso causaba destrucción, no le importaban las heridas de su cuerpo, tampoco fue él quien detuvo la catástrofe de la manzana muerta fueron Akutagawa junto al chico tigre y Kyouka.

Todo eso se esfumó de su cabeza al encontrar el lugar donde permaneció seguro entre los brazos del castaño mientras todo llegaba a su punto final.

Y un beso, el beso que aún sentía sobre sus labios, el beso que lo llevó a donde se encontraba ahora.

Si no fuera por esa noche jamás le habria dando una segunda oportunidad al castaño, no estaría planeando su boda, no estaría sintiendo esa felicidad que se desbordaba de su ser por cada día que transcurría hasta que llegará la primavera.