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No volvió a saber del ruso.

Parecía que había desaparecido de Yokohama, aunque dudaba que hubiese escuchado su advertencia, Fyodor era obstinado y cuando una idea se le metía a la cabeza no había forma de hacerlo cambiar de parecer, sabía que estaba ahí solo que no estaba seguro de donde.

Aun pese a todo agradecía que dejara de insistir sobre volver con él, que lo había dejado de seguir logrando que después de semanas los celos e inseguridades del detective desaparecieran, podían volver con su rutina y sus planes de la boda.

Un largo suspiro se escucho entre esas cuatro paredes, suspiro de alivio tras una semana larga. Término de escribir su informe en su computadora presionando las teclas para imprimir, era tarde, estaba cansado y solo quería volver a casa para descansar. Espero pocos minutos, mientras tanto observo a través de la ventana las gotas de lluvia que caían y golpeaban el vidrio, no era una tormenta pero el frío que se sentía demostraba que esa noche caería agua nieve y que al amanecer las calles estaría cubiertas de blanco, algo raro para estar en Noviembre.

Una vez todas las hojas salieron entregó el informe a su líder, explicó la situación y tras una reverencia partió a su domicilio donde el castaño lo esperaba o eso creía porque al llegar a su auto ahí estaba él.

- Dazai ¿que haces aquí? - se acercó a su lado sintiendo sus manos enguantadas sobre su cadera antes de unir sus labios en un beso lento y dulce

- ¿acaso no puedo venir a recoger a mi prometido a su trabajo? - una expresión de tristeza fingida se dibujo en su rostro - además ¿porque no trajiste otro suéter? ¿no vez que es una noche fría?

- porque pensaba volver en auto - se separó sacando sus llaves para abrir sin embargo se vio detenido por el más alto

- no Chuuya, toma ponte esto iremos a caminar un rato- le entregó una chamarra oscura para que se cubriera.

El pelirrojo obedeció, no era mala idea salir juntos una vez después de un largo tiempo.

- ¿a donde iremos? - cerro la chamarra colocando el gorro sobre su cabellera rojiza, por primera vez no llevaba su tan amado sombrero por no querer arruinarlo con el agua

- tu solo sigueme- tomó su mano entrelazando sus dedos pasando por las calles iluminadas por las tiendas y negocios del centrocentro, puestos ambulantes que vendían cosas dulces, comida rápida, cosas que no perdieron el tiempo en probar entre risas y juegos como cualquier pareja.

El frío aumentaba, media noche y las gotas de agua, como lo menciono el hombre del clima, se convirtieron en pequeños copos de nieve.

- deberíamos volver ya- el cuerpo del pelirrojo comenzaba a temblar, el aire calaba hasta sus huesos

- ven Chuuya - lo rodeó con ambos brazos cubriendolo con su cuerpo e intentarlo con su propia chamarra - ¿estas mejor?

El de iris celeste solo asintió frotando sus manos para recuperar el calor de su cuerpo observando el cielo estrellado.

Permanecieron largos minutos así antes de volver a su hogar.

Algo tan pequeño como eso hacia latir su corazón con fuerza, no necesitaba lujos o cosas extravagantes, con estar al lado de Osamu él era realmente feliz.

Fictober 2019 ~Bungou Stray Dogs~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora