☆12

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Las situaciones que siguieron el curso luego de aquel flageo que tuvo Ziva en su estado emocional, junto con las preocupaciones por otros temas habían sido solo un comienzo de flujo motivacional para los alumnos a héroes junior. Aunque tan solo recordar como fue el día siguiente al salir del hospital tanto Todoroki y Midoriya eran los más leves en cuanto a daño físico, a Iida Tenya lo había dejado por más tiempo en observación y digamos que la rubia aún estaba muy débil como para hacer el viaje entre el hospital y su departamento en Hosü, a veces se la notaba frustrada por la misma situación.

—Añarakopeguare!

Había exclamado una palabra en guaraní la chica al notar que las cosas con el proyecto, junto a ambas recuperaciones no le atribuían un avance, debía ir a retirar papeles ella misma, pero no podía moverse mucho. Odiaba sentirse ineficiente.

—Rubia, no te exaltes de nuevo, por favor. —decía Iida Tenya mientras leía un libro, aunque de reojo la observaba con una pequeña sonrisa.

Era curiosa y divertida al verla en ese estado, siempre le sorprendía escuchar ese lenguaje distinto a lo acostumbrado.

—No puedo evitarlo, ya debemos salir de aquí, creo que debo hacer cambios, si... —decía a sí misma en caos nervioso mientras se revolvía el cabello.

—Ziva...

—Tal vez vender mi departamento y comprar otro, sí, eso garantizaría mejoras en un futuro.... —piensa caminando de un lugar a otro.

—Ziva...

—No, mejor rento un departamento pequeño cerca de este hospital, en vez de tomar una decisión brusca, sí, eso es lo que voy a hacer —dice acariciándose su mentón sin estar en cuenta que su prometido le hablaba.

—¡Princesa!

La voz había sonado ronca y elevada, volviendo al presente a la rubia, quien se exalta un poco en su lugar, dirigiendo su mirada hacia él.

—¿Uhm?

—Ven aquí.

La voz ronca y seria mirada, había logrado que la rubia tragase saliva. Por lo que chasquea la lengua, había hecho de todo para saltarse esta discusión, ahora que lo veía más cansado, le resultaba imposible de desgastarlo.

Una vez cerca, la atrajo con cuidado dejando de lado al libro, junto alejando levemente el brazo delicado, consiguiendo deslizar su mano sana por la cintura de su chica.

—Tranquila, solo quiero darte un abrazo, amor mío.

Ziva tembló levemente ante el cosquilleo frío que había recorrido su cuerpo, al escucharlo tan mimoso, recostándose levemente en el hombro de su peliazul. Inmediatamente después sintió como un ligero beso se depositaba en su sien, y la embargaba una tranquilidad no había muchos que podían lograr eso en ella.

—Te extrañé mucho, mi corazón.

Susurra en un momento en el que se siente tranquila a su lado, logrando que las mejillas del joven iida se ruboricen, pero se sienta completo a su lado.

—Te extrañé mucho más. Realmente no puedo estar mucho tiempo sin ti, me he acostumbrado a tenerte cerca para ser feliz. —admite para ya nunca más guardarse sus pensamientos.

La rubia levanta el rostro hacia su chico, y lo besa delicadamente su mentón, para luego atraer con ayuda de su mano derecha más hacia ella y besarlo como extrañaba hacerlo.

Sin embargo, aquello había tomado casi desprevenido a Tenya y más cuando la próxima mordió levemente el labio inferior, haciéndolo gruñir. Lo estaba tentando y no podía descuidarse.

Katsu -BNHA. [Iida Tenya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora