23 de octubre; 02:56 am; Centro de Tokyo
Jeon estaba ahí, con su melena medio larga tomada con una liga color tinto-a juego con su camisa de seda-
Algunos mechones salían de la liga y caían por su rostro dándole un aspecto atrevido, interesante y lascivo. No podía decirse que estaba siendo desapercibido ni mucho menos, aunque eso era algo normal en la vida del alfa
Con tranquilidad llevó la copa de vino a sus labios, disfrutando del exquisito sabor del caro líquido
-- ¿No te preocupa haberlo dejado solo? Se le va la cabeza en un solo momento -- Susurró Yoongi, que se encontraba detrás de la barra del bar
-- No, por el hecho de que se le va la cabeza, es por lo que no me tiene preocupado --
Los labios del menor se curvaron en una sonrisa divertida, no sabía lo que su chico estaría haciendo, pero tampoco le estaba comiendo el pensamiento. Él era la persona que tendría que estar más nerviosa, sin embargo estaba disfrutando de su copa como hacía mucho que no disfrutaba
Muy al contrario, Yoongi estaba todo el rato alerta, con su instinto animal bien despierto, por si es que escuchaba algo extraño o algún le hiciera ponerse a la defensiva
-- Jungkook, como esto salga mal...- --
-- No va a salir mal, ahora deja de molestar con tus inseguridades. Limítate a parecer que eres un camarero más, Yoon -- interrumpió
-- Me cago en tu puta madre, lo digo en serio -- Reprochó el mayor apretando su dentadura para descargar tensiones mientras se daba la vuelta y se disponía a servir otra copa de licor que alguien le estaba pidiendo
Los minutos pasaban y todo parecía estar en total tranquilidad, las personas que estaban dentro del bar se encontraban bailando, algunos con más alcohol en sangre que otros, pero todos felices y pasándolo en grande
Sin embargo Jungkook estaba comenzando a impacientarse ¿Por qué estaría tardando tanto?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por dos disparos que resonaron en cada lugar del local. De un momento a otro la gente comenzó a volverse loca corriendo, intentando salir hacia la puerta principal, sin saber que estas estaban completamente cerradas y siendo vigiladas por más personas con armas
-- Por fin, bebé --
Susurró el alfa de cabello azabache viendo todo el caos que se había armado en un momento
Sin esperarlo pudo ver como un señor se acercaba a él con un arma blanca en sus manos, dispuesto a clavarla en lo más profundo de su garganta
Min salió de un salto de detrás de la barra, sacando su pistola de detrás de sus pantalones y disparando de forma certera en la sien del hombre, que cayó desplomado en el acto con un agujero en su frente
-- Podrías moverte un poco --
-- Me es más divertido sentarme y ver sin más -- Dijo de forma divertida relamiéndose los labios
Ahora la música había cobrado segundo plano, lo que predominaba en el local eran el sonido de los disparos, uno tras otros
Jungkook sabía que en el día de hoy perdería a alguno de sus chicos, pero bueno, creía que si morían es que eran inservibles, así que de cualquier modo estaba bien
El otro alfa, que era su querida mano derecha, salió corriendo hacia todo el barullo de gente, con la finalidad de ayudar a sus compañeros. A pesar de que Jungkook y Yoongi eran lo más cercano a hermanos que había en la mafia, su forma de pensar era realmente distinta