-- Yoongi, mi amor, no te muevas ahora, te voy a colocar de nuevo la venda -- Pidió la mujer pasando a hacer lo dicho.
El pálido se encontraba en casa de los Jeon. Después de que el hospital le diese el alta, con la buena noticia de que no había sufrido algo más grave que un buen golpe, le mandaron a su hogar; aún así, Yangmi se negó a que el pálido no tuviera más cuidados. Ella había visto como se podía poner de fea una herida mal curada, y por lo poco que había escuchado, Yoongi no se encontraba en su mejor momento.
No quería que ese alfa se descuidase ni un poquito.
--¿Dónde habéis dejado al pequeño HyunJin? -- Inquirió la mujer terminando de colocar el esparadrapos, dejando un beso en la frente del herido cuando terminó.
-- Pues quiso ir a dar una vuelta por la ciudad, creemos que ha perdido a su predestinada, mamá. En la misión murió una chica con la que había congeniado demasiado bien, le estamos dando un poco más de libertad, el lo necesita --
Explicó Jungkook mirando de reojo al chico de piel canela que estaba a unos metros suyo, sabía que su pareja estaba algo afectado por eso, ver que Hyunjin había perdido una parte de él le dolía de alguna forma. Le encantaría acercarse a él y rodearle con sus fuertes brazos, pero aún tenían que contarles a sus padres sobre su relación.
Por lo menos ya habían dejado en claro que ambos querían hacerlo, eso era lo más importante.
Yangmi asintió con su cabeza, con sus obres posados sobre Yoongi, quien solo tenía su cabeza agachada, luciendo unas espantosas ojeras en sus ojos sin brillo. -- Yoon, quédate en casa por más tiempo ¿bien? Mamá Jeon va a cuidarte la cabecita y el corazón roto. --
-- Yangmi-ssi, no se preocupe, en serio. Debo de volver a mi apartamento, debo de ir a por Holly, no quiero que piense que lo he abandonado... --
-- Ese trozo de lana saltarina no pensaría eso jamás. -- Contestó Taehyung relamiendo sus labios, tenía muchas ganas de ir y matar a tiros a ese joven ciego, arracarle los ojos y lanzarlos a un estanque para que los peces se los comiesen. Últimamente nada estaba bien.
-- Pero Yoon, sabes que mi marido no está, él está con la mafia en Japón y la casa se me hace demasiado grande para mi sola. Estoy encantada con que uno de mis niños esté aquí. --
Min sacó fuerzas de donde no sabía donde para sonreír con suavidad, alzando sus manos para acariciar las mejillas de quien era su segunda madre. -- Yangmi-ssi... debo de irme, se lo prometo. Vendré a visitarle todos los días, estoy obligado por mi cabeza. --
-- Está bien... cualquiera de vosotros tenéis aquí vuestra casa, lo sabéis perfectamente. Os amaría a pesar de todo, cualquier cosa. Siempre seréis como mis hijos, cada uno, tanto como para mi como para mi alfa, Dongyul. --
Os amaría a pesar de todo ; Jungkook tragó saliva, deslizando su mano por encima de la mesa hasta entrelazarse con la de su omega, juntando las manos las cuales tenían ese tatuaje a conjunto.
El de cabellos azulados abrió sus ojos sorprendidos al sentir el cariñoso agarre ¿Acaso Jeon estaba loco? -- Mamá, estoy enamorado de Taehyung. -- Sí, estaba loco.
La mujer miró a su hijo, con ese rostro que demostraba cuan nervioso estaba, y a su lado la mueca tan usual de "no siento nada" de Tae. Yangmi se dedicó a ordenar en la habitación que usaba como enfermería -- ¿En serio? Si no me dices nada, ni me doy cuenta. -- Soltó en tono burlón para seguido rodar sus ojos, colocando cada cosa en su lugar.
-- ¿Q...qué? -- Inquirió confuso el menor de los Jeon.
-- Que papá y yo lo sabemos, pensábamos que vosotros también sabíais que nosotros lo sabíamos, solo que creíamos que eráis una pareja a la que no le gustaba demasiado el contacto físico. -- Explicó ella con tranquilidad.