Jimin recordaba épocas pasadas de su vida, ya no era un adolescente ni mucho menos. Había tenido momentos muy felices al igual que tristes, se había enamorado y también habían hecho puré sus ilusiones y sueños, pero no recordaba alguna etapa en la que necesitara saber si estaba bonito
Él odiaba sentirse así, pero era la realidad, todo el día estaba inseguro sobre su físico, y era algo que obviamente no podía controlar ¿cómo lo haría si ni siquiera podía verse en un espejo?
-- ¿Cariño? ¿Estás ahí? -- Su madre rió con suavidad contra el teléfono
-- A-ah, si. Perdón mamá, estaba pensando en otras cosas... --
-- Papá y yo tenemos muchas ganas de ver a nuestro pequeño cachorro, él está deseando estrecharte entre sus brazos --
Park sonrió mientras acariciaba a uno de sus perros que estaba tumbado a su lado en el sofá
-- Yo también tengo ganas de veros, ya faltan apenas días para estar en Busan, y hablando de eso, un amigo va a venir ¿Estáis bien con eso? Puedo irme sino con él a algún hostal o- --
-- ¿¡Un amigo?! Jiminnie ¿Hay algo que quieras contar? -- Interrumpió su madre provocando que sus mejillas se calentasen
-- Él es un alfa muy tierno, desde que llegué a Seoul me ayuda en todo y me hace compañía. Nos conocimos mientras paseábamos a nuestros perros y la verdad nos volvimos muy cercanos, es genial mamá, se llama Yoongi --
-- Ay, amor, podéis quedaros en casa sin problema, tengo curiosidad de conocer a ese chico que te ayuda tanto, debemos de agradecerle --
-- Si, le adorarás mamá, es muy lindo, estoy seguro de que no le haría daño ni a una mosca --
-- Jungkook, dispara si no quieres que lo haga yo -- Musitó Yoongi cansado de estar en aquella posición
-- Cállate joder, no es fácil apuntar de esta forma --
Ambos chicos estaban tumbado totalmente, asomados a un ventanal de un edificio abandonado a casi a las afueras de Seoul. Se trataba del antiguo casino, el cual fue cerrado por prostitución y consumo de drogas
Os preguntaréis ¿Qué hacían ellos dos allí?
Cumplir una misión, como siempre
Alguien anónimo les había ofrecido más de doscientos mil dólares por matar a un juez, ninguno se metería en el por qué este señor quería la muerte del otro, simplemente aceptaron y tomaron el dinero junto con la misión
-- Jeon, está ahí, quieto tomándose un puto café --
-- Lo sé, eres una pesadilla a veces --
El menor apuntó por la mirilla de su francotirador, solo basto apretar el gatillo para que la potente bala acabase traspasando su cráneo, haciendo que su cuerpo inerte cayese sobre la mesa de la terraza de aquella cafetería
No tardaron en tomar todas sus cosas e ir directos hacia el coche que los esperaba traspasando el pequeño bosque, donde no habían cámaras y tampoco los verían salir ni entrar de allí
-- Bien, trabajo hecho -- Ambos chocaron sus manos
-- ¡Ya estamos de vuelta! -- Anunció Jungkook viendo como todos los presentes en la sala le miraban para hacer una reverencia
Le sorprendía verdaderamente el hecho de que hubieran personas jóvenes allí, aprendiendo a como disparar, amordazar y torturar a gente. ¿Qué hacían adolescentes alistándose en un lugar como una mafia?