treinta y tres

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El alfa pálido se encontraba apoyado en la mesa del salón, mirando como ese otro chico tomaba a Jimin por la cintura y hablaban en voz baja en el pasillo de la entrada. No sabía como lo había conseguido, pero el rubio le había dejado pasar a su apartamento, e iban a hablar, claro que lo harían. 

Se sentía ansioso, más aún llevando ya casi ocho minutos mirando como esos dos hablaban de forma tan cercana intentando que no se enterase. 

-- Tsk, vaya gilipollas. -- Gruñó el azabache rodando sus ojos y cruzándose de brazos, cuanto odiaba la situación. 

Por lo menos Jimin no tardó mucho más en despedirse de ese joven, cuando menos lo esperó el omega ya se encontraba en el salón. -- Ya... tenía que darle alguna explicación. -- 

-- ¿Quién es para que le debas una explicación? -- Inquirió intentando que su voz saliera lo más tranquila posible, de verdad que lo había intentado. 

-- NamJoon, un chico completamente normal que está intentando tener una oportunidad conmigo, y se está esforzando bastante. -- 

El pálido frunció su ceño. -- Bueno, cuando el pringado ese vaya a jugarse la vida para tu operación, estará a mi nivel, mientras tanto es un fracasado. -- 

-- Min Yoongi, no hables así de él. Él por lo menos no mata a personas. -- 

-- Siquiera sabes de qué va mi trabajo, Jimin. Nosotros tampoco matamos a personas aleatorias, nunca, en la vida hemos matado a alguien inocente porque si, ¿pero sabes a quién si hemos matado? Hemos matado a un proxeneta que tenía a mujeres obligadas a ejercer la prostitución, y además, había matado a tres de ellas. También hemos matado a un loco que mandaba en una secta. -- 

Los abultados labios del chico de mejillas abultadas se fruncieron, todo aquello parecían ser "causas favorables" ¡Pero no! ¿Cómo iba a estar de acuerdo con todo eso? Es imposible... -- Que me da igual, YoonGi, no hay excusa para vivir matando a los demás. -- 

¿No había excusa? -- Sabes qué, yo no elegí esto, yo nací ya dentro, siquiera cuando no estaba vivo ya la gente de la mafia sabía de mi. No he podido hacer nada para cambiarlo, Jimin. Si por mi fuera trabajaría en cualquier otra mierda, pero mis padres decidieron por mi. -- 

Ya no sabía qué más podía decir para intentar hacerle ver que en realidad, él tampoco estaba a gusto con lo que tenía encima ¿Y quién lo estaría? Posiblemente nadie. -- YoonGi... casi mueres, casi te matan. Cuando no respondiste a mis llamadas y hacía días que deberías de haber vuelto me sentí horrible, estaba desesperado porque pensé que no volvería a verte, pensé que te había perdido para siempre.-- Explicó con el corazón en la garganta, frotándose el rostro con las palmas de sus manos. 

-- Tú mismo me estás echando de tu vida ahora mismo ¿Qué sentido tiene qu- --

-- ¿Y si no vuelves? ¡¿Y si un día me marcas y no vuelves?!  No quiero seguir amándote y perderte, Yoongi. Cada más tiempo paso a tu lado parece que todo deje de importar, te quiero cada día más, y-yo ¡no es normal, Yoongi! -- Exclamó sintiendo como sus manos se mojaban, estaba a punto de explotar. 

Todos los problemas que rodeaban el tema del pálido alfa se habían quedado en su interior, porque no podía desahogarse con nadie ¿Cómo iría a contar que ese chico pertenecía a la mafia? Cualquier persona le miraría con espanto, lo normal.

Esta deshaciéndose en llanto, más aún cuando sintió como los brazos ajenos rodeaban su cintura, pegándole a su cuerpo. Jimin pudo acurrucarse entre sus brazos, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello, paseando su nariz por ese lugar donde el aroma a canela se sentía aún más. -- Mi vida, no me iría de este mundo sin ti. -- Le susurró el azabache estrechándolo contra su cuerpo. 

Dispara || Kookv Yoonmin|| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora