La nariz de Jimin se arrugó comenzando a olfatear a su alrededor, sentir que le rodeaba un aroma distinto al cual estaba acostumbrado fue lo que hizo que acabase despertando. Con cuidado se sentó sobre el colchón desconocido e intentó despejar su cabeza un poquito para poder pensar, y claro, acabó acordándose de que la noche había acabado con Yoongi leyéndole
Bien ¿Dónde estaba Yoongi?
-- ¿h-hyung?-- Su voz salió suave, y aunque esperó, no recibió respuesta alguna
Extendió su mano en el colchón para ver si por casualidad se encontraba a su lado, pero nada. Solo le quedaba la opción de levantarse e intentar buscarlo a ciegas, literalmente. Estaba algo apurado, porque no llevaba las gafas y no le gustaba la idea de que el contrario viera sus ojos, pero tampoco es como si pudiera hacer algo más
Sólo deseaba que el mayor no acabara pensando lo asqueroso que se veían sus orbes blancos
Lo que hizo fue pegarse a la pared y comenzar a andar con sus manos sobre esta, concentrándose en olfatear para ver de donde podría provenir el aroma del alfa. No le costó mucho llegar hasta lo que suponía que era la sala, de donde venía el centro de aquel agradable aroma
Fue dando pequeños pasitos hasta que sus piernas chocaron con un extremo del sofá, haciendo que cayera en este hacia delante y bueno, cayese sobre el cuerpo de otra persona
-- Joder... menudo aterrizaje -- Murmuró el alfa con la voz ronca
-- ¡Hyung! Perdón, perdón, perdón --
Yoongi mantenía sus ojos cerrados aún, se acababa de despertar por el golpe, pero estaba seguro de que el pequeño que ahora estaba sobre él tenía las mejillas coloreadas de carmesí. Le hacía gracia el hecho de que ni siquiera se atreviera a moverse, el cuerpo del rubio parecía estar congelado sobre él
-- ¿Cómo dormiste en mi habitación? ¿Tuviste frío? Intenté taparte bien --
-- Si... dormí bien ¿Has dormido en el sofá? Te dije que me despertaras para llevarme a casa, no es justo que hayas dormido aquí por mi culpa --
-- Tranquilo, no me he muerto por dormir aquí --
El pálido abrió sus ojos despacio no pudiendo evitar sonreír al sentir como las manos del chico se aferraban a la polera de su pijama ¿quién le explicaría a Jimin que estaba justo en la boca del lobo? Yoongi no podía sacarse de su cabeza el hecho de que por mucho que le agradase ese inocente muchacho, no estaban hecho para estar juntos
Vivían en mundos diferentes
-- Perdón por molestarte ayer con tus amigos en casa. Muchas gracias por cuidarme, Yoongi hyung, eres la persona que tengo más cercana aquí en Seoul. Cuando me encuentro mal o tengo un problema no puedo evitar pensar que tú me ayudarás y cuidarás de mi, pero hm, por favor hazme saber si te molesto, o si no es un buen momento o si, no sé... A veces extraño Busan--
Min tenía una de sus manos acariciando las hebras doradas del chico, dejando que este le hablara con su precioso rostro apoyado un poco más arriba de su torso, con su pomposa mejilla sobre su hombro
Era la primera vez que estaban tan cerca el uno del otro, y por lo que el mayor estaba entendiendo, no parecía ser un problema para el menor; que al igual que él, se estaba dedicando a dejarle algunas caricias
De forma inevitable, el interior del pecho de Yoongi se sentía cálido, ese chico hacía que su casa pareciera un hogar más que nunca antes
-- Me alegra que pienses así de mi, estaré aquí, justo como has dicho para cualquier cosa Jimin-ah. Es normal que extrañes Busan, allí están tus padres y tus amigos, allí estaba tu casa y allí...¿Jimin? --