Capítulo IX

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Tony POV

Steve no contestó mi mensaje urgente, eso me pone triste. Sólo inventé que era algo urgente, pero en realidad yo solo quería verlo y pasar un tiempo con él. En la oficina o no, siento que no hemos pasado mucho tiempo juntos y yo necesito una dosis más grande de esa droga Rogers.

Ya está, iré a buscarlo en su oficina, si está ahí, puedo pasar un tiempo con él con la excusa de hablar sobre un asunto de empleados. Eso no era del todo mentira, si tenía que hablar con él, no era urgente pero debía hacerlo, la excusa perfecta.

Sabía que estaba solo en su oficina, así que no vi mayor problema en abrir la puerta, después de todo, soy el jefe. Di unos pequeños toquecitos en la puerta e inmediatamente la abrí.

¡¿PERO QUÉ DEMONIOS?! ¡¿QUÉ HACE OTRO HOMBRE BESANDO A MI STEVE?!

Me quedé atónito en la puerta. Los dos dieron un salto cuando escucharon abrirse la puerta, Steve empujó fuertemente a ¿Damien?, a estas alturas ya ni me importaba como se llamaba. Él vio a Steve y luego a mi con una mezcla de asombro, culpa, pena y dolor. En este momento lo que menos le convenía era hacerse la víctima, por cómo estaban, era claro que Damien se había abalanzado sobre Steve, además, el rubio nunca haría algo así. ¿O si?.

— C-c- Con permiso. —tartamudeó.

Damien salió fugazmente de la oficina cabizbajo, parece que no hallaba dónde ocultar su vergüenza.

Ahí estábamos. Yo en el umbral de la puerta, aún procesando lo que acababa de ver. Steve frotándose la boca con el dorso de su mano y dispuesto a hablarme. Ambos teníamos una expresión de asombro en el rostro y permanecimos estáticos en nuestros lugares por un momento, como analizando el siguiente paso a dar, temiendo lo peor en cualquiera de las posibilidades. Lo miraba dolido pero no pensaba quedarme ahí como estúpido sin nada a cambio, necesitaba una explicación coherente para lo que acababa de presenciar e interrumpir milagrosamente.

— Señor Stark, disculpe, la Señorita Potts lo necesita urgentemente en su oficina. Parece que hubo un gran problema de seguridad en el sistema.

La asistente de Pepper me guió con insistencia a su oficina, desconociendo totalmente lo que acababa de pasar. Resignado me dejé guiar y nos alejamos de ahí. Volteé a ver y me encontré con Steve y su rostro lleno de pesar, al ver mi rostro entendió. No importaba lo que había pasado, presenciar eso, me dolió hasta el alma.

...

¿Era ya el final de la jornada?

Me había visto absorto en el problema de Pepper, al principio creí que no era gran cosa pero al examinarlo más de cerca, entendí que era algo muy perjudicial para la empresa si no se arreglaba rápido. Obviamente lo logré solucionar, necesité mucho tiempo a pesar de que yo sabía que era algo fácil de corregir. De seguro fue porque al principio no lograba sacarme aquella escena de la mente, el rostro de Steve rondaba todo el rato mi cabeza y eso me hacía perder la concentración.

Ya casi al final, logré despejar mi mente y trabajé de mejor manera. Después de todo, el mantenerme ocupado me había ayudado, pues pude interesarme en otra cosa y así no le daba pase libre a los pensamientos referentes a lo que había visto. Cada vez que el rubio intentaba asomarse en mis pensamientos, bloqueaba su recuerdo con más códigos y parches de computación. Buscaba cualquier anormalidad en lo que me encontraba haciendo para concentrarme plenamente en eso y así evitar pensar en el chico.

Al terminar, tomé un momento para respirar profundamente y estirarme, me había metido demasiado en esto. Revisé mi celular que había dejado a varios metros de mí cuando empecé la labor, claro para evitar más distracciones de las que ya existían en mi cabeza,  y noté que tenía varias llamadas perdidas y numerosos mensajes de Steve.

Empleado del mes (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora