Capítulo XVI

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Steve POV

Ayer tuve un día espectacular en compañía de Tony. Tuve la osadía de sugerir no presentarnos al trabajo y obviamente él aceptó, así que luego el planificó todo un día para visitar varios lugares y así disfrutar de nuestra compañía. Desde el primer momento que salimos de su casa para dirigirnos al distrito de tiendas ya nos estábamos divirtiendo coreando de manera eufórica las canciones que pasaban por la radio. Luego de vagar por varias tiendas finalmente llegamos a una de mis tiendas favoritas para elegir trajes completos, algo que seguro sorprendió a Tony, al parecer él quería llevarme a un lugar que fuera completamente nuevo para mí e incluso verme usar algo como lo que él suele ponerse, cosas un poco extravagantes. Para mí suerte, ese no fue el caso y terminé escogiendo un atuendo clásico de mi gusto que yo había pedido en la tienda días atrás.

El almuerzo fue lo que más me sorprendió y encantó. Encontramos un lugar muy íntimo y acogedor, donde degustábamos deliciosas crepas rodeados de numerosas plantas y decoraciones rústicas. Nos habían colocado en un ambiente más apartado con una pérgola y detrás de un arco, eso nos transmitió una sensación de mayor intimidad. Durante el almuerzo todavía nos reíamos de lo que platicamos con Liam y Jacob, los empleados de la tienda de trajes, eran unas personas muy ocurrentes y lograron hacernos reír numerosas veces. Tony aún no salía de su asombro, por su personalidad, no era común que platicara demasiado con el personal de las tiendas que frecuenta, suele mantenerse distante, así que tal vez fue una experiencia un poco diferente para él.

Al terminar de comer, dedicamos unos minutos para recorrer en su totalidad el restaurante y así poder maravillarnos con la excelente decoración. Luego salimos y caminamos un tiempo más por las calles, después de todo, terminó siendo más una cita un tanto romántica, así que no tuvimos problema en alargar un poco más nuestro recorrido. Finalmente decidimos que era un momento prudente para dirigirnos a casa, cuando vimos el sol comenzar a ocultarse y bañar el cielo en una sinfonía de tonos anaranjados y rosas. Así que nuevamente nos sentamos unos minutos en una banca  para disfrutar de la vista y el sentimiento que producía la misma.

Nuestro recorrido en el auto de regreso a casa fue tranquilo, acompañado de buena música, lo que ciertamente nos dejó una sensación de haber aprovechado el día al máximo. Llegamos a la casa de Tony y después de un tiempo intentándolo, logré convencerlo de que era tiempo de que yo me marchara.

— A ver Steve, dame una buena razón para que te tengas que ir. —me miró desafiante.
— Pues tengo que cambiarme, no puedo presentarme a la oficina con el mismo traje de ayer y aún no quiero usar el que compramos. Segundo, creo que no sería lo mejor si nos ven llegando a la misma hora en la mañana. Tercero, Bucky me escribió que tiene un pez dorado para mi, se lo dio mi madre, tengo que ir a recogerlo. —enumeré con los dedos.
— Pues trae al maldito pez y lo cuidas acá, simple. Será nuestra mascota compartida, como nuestro hijo. —dijo rodando los ojos.

No pude evitar reír ante su respuesta, incluso lo que yo había dicho me causaba gracia, pensar en que mi madre haya optado por un pez como un regalo para mi. En cambio, Tony me vio seriamente con los brazos cruzados preguntándome dónde encontraba la gracia en la situación... En toda.

— Vamos Tony, me tengo que ir.
— No, no tienes por qué. Ya te di la solución.
— ¿Traer el pez acá? Sólo resuelve una de las dos situaciones.
— No seas llorón y usa mañana el traje que compraste.

Volví a soltar una carcajada, en serio no podía contener mi risa. El haber escuchado eso junto con la vista de un Tony completamente dispuesto a convencerme para quedarme, era una escena muy icónica.

— Ajá, ¿y qué harás con los rumores en la oficina? El vernos llegar juntos hará que muchos comiencen a hablar.
— Rubio, yo estoy más que listo para gritarle a los cuatro vientos que eres mío. Así me ahorro el tener que estar vigilando a las mujeres insinuosas que lloran por tener alguna oportunidad contigo. ¿Acaso tú no estás listo?
— No me intentes manipular con eso Tony. Sabes que también estoy listo, pero es un tema delicado, podría traer problemas. —me acerqué a él.— De verdad tengo que irme. Pero te prometo que me verás en la oficina mañana a primera hora y tal vez podamos tomarnos la hora de almuerzo juntos... Tal vez. —dije sonriendo.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2020 ⏰

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