01; Huyendo del enemigo.

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Ya quería largarse de aquella ridícula clase y apenas llevaba dos minutos de haber dado inicio. Se lamentaba el no haberse quedado en su cama pero no, ahí estaba.

El profesor Remus Lupin que les daba la clase de defensa contra las artes oscuras no hacía nada más qué hablar, hablar y seguir hablando sobre repasar el como hacer un patronus para ahuyentar a los dementores. Todo porque decía que esto iba a venir en los exámenes de práctica de los EXTASIS. Que iban a presentar aproximadamente dentro de dos meses.

Pero él no quería dar la cara para que le dijera que hiciera el intento de conjurar uno. Por eso cuando todos empezaron a levantarse de sus asientos para que las butacas se arrimaran a las orillas del salón, el se acomodó en unas de la esquina poniendo la mochila enfrente suyo.

¿Un recuerdo que lo hiciera feliz? No recordaba ninguno. Y no quería que nadie se riera en su cara por no poder hacer uno o que lo tacharan de depresivo.

Escuchó muchos expecto patronum ser pronunciado en diferentes tonos de voz desde los tímidos hasta los muy seguros. Solo hubo algunos que pasaron cerca de donde él estaba pero había otros que apenas y podían hacer su patronus porque solo salía como humo blanco que los hacía poner más tristes. Pensó que no sería el único, pero al ver que la mayoría estaba teniendo buenos resultados en estar conjurado patronus. El se sintió peor.

Se removió en aquella banca tomando la mochila con cautela aprovechando que todos estaban parados y el profesor al fondo de la clase apoyando a Neville quién había logrado conjurar su patronus.

Caminó lentamente hacia la puerta dispuesto a irse a comer algo porque ni tiempo de desayunar le había dado. Nadie lo estaba viendo, iba a tener unas buenas dos horas hasta que aquella clase acabará y después pasarán a Herbologia. Tomó el pomo de la puerta para girarla, y al jalar de esta para abrir la puerta. La maldita madera había crujido lo más fuerte que pudo haberlo hecho durante toda su maldita existencia. Todos habían volteado para ver quién había entrado. Pero solo se toparon a Malfoy con mochila sobre los hombros a punto de salir de la clase.

Escuchó como Pansy reía al fondo, más los pasos del profesor Lupin abriéndose paso entre los alumnos. Se tuvo que girar a verlo al dar con él de enfrente.

—Señor Malfoy, lamento decirle que no puede retirarse aún de la clase. Solo llevamos una hora.

—¿Una hora? Creí que ya había amanecido —bufó cerrando la puerta de mala gana.

—Sería más corto para ti, si participases en las clases.

—Paso —volvió a su lugar aventando la mochila a un lado como vil niño regañado.

Se llevó una de sus manos hacia la oreja al escuchar un pitido en esta que le estaba poniendo de malas, quizás se estaba estresando más de lo normal que no quería hacer nada.

—Saca tu varita, Malfoy. Déjanos ver tu patronus —y le seguía sonriendo como si tratase como un niño pequeño.

—La he olvidado.

—La tienes en la túnica —le señaló haciéndole notar que ahí de veia claramente.

—Es una ilusión óptica —se acomodó la túnica para ocultar la varita evitando mirarlo.

Remus se giró hacia los alumnos un ademán que todos tomaron para seguir con sus prácticas. Al darse cuenta que nadie los estaba mirando, el profesor se sentó a un lado de él como si fuesen amigos de toda la vida. Su rostro arañado no le quitaba lo guapo pero le ponía los nervios de punta al descubrir involuntariamente que este era un licántropo.

Pero las apariencias engañaban. ¿No? Parecía ser uno de los profesores que mas le tenían paciencia que cualquier otro. Por parte de Snape, por lo menos él lo ponía en alto como los demás hacían con Potter.

Cuando me recuerdes;      [ Harco ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora