Gritar a los mil vientos que se negaba a vivir los últimos 3 meses en casa de las serpientes no sirvió de nada porque ahí se encontraba de mala gana en una habitación compartida de 4 personas (incluyéndolo) donde también se encontraba Potter.
Aunque admitía que había sido raro ser recibido de buena manera por los leones, según por haber sido valiente por un bebé que por su dinero. Solo por eso le sonreían al verlo pasar.
Que solo había salido dos ocasiones, en la mañana y parte de la tarde para regresar al cuarto agradeciendo que los Gryffindor fueran tan vagos como por no estar ahí. Se sentía mal, extraño, incómodo y bastante fuera de lugar estar entre tanto pulgoso. Extrañaba ver a Blaise, Pansy, sus amigos. Juraba que quería ponerse a llorar hasta que los malditos leones llegaron y tuvo que fingir dormir por los efectos de la pócima que aún le echaba desintoxicando el cuerpo.
Blaise pudo haber hecho mejor su papel de cuidarlo aunque sabía que este no sabía dividirse en tres, o cuidaba a Pansy, o a Thedore de los inútiles de Crabbe y Goyle. Eso era algo de lo que no podía negarle a los otros quienes también tenían derecho de disfrutar al chico.
Aunque con eso no iban a cambiar sus síntomas, el se despertó por ahí de las tres de la madrugada a vomitar todo lo que había cenado. Tosió con tanta fuerza arrodillado enfrente del excusado sintiendo mucho asco al imaginar la cantidad de traseros que estuvieron sentados.
También a su lado se encontraba Harry dándole suaves palmaditas sobre la espalda ayudandole a que el cabello no le estorbara, aunque intentará apartarlo, solo podía seguir volitando en medio de lágrimas por no poder soportarlo.
Respiró profundamente esperando que así se fuese la desagradable sensación pero parecía que todo se volvía a acumular en su garganta obligándolo a acercarse de nueva cuenta para seguir vomitando hasta el alma. Se sentía muy asqueroso, porque se había mandando comiendo lo primero que se encontrará como para ahora terminar así de patético enfrente de una taza de baño.
—Solo respira profundo y...
—¡Estoy respirando...—no terminó la frase al volver a vomitar.
—Oye, si así van a ser todos los días por lo menos deberían considerar hacernos padrinos de ese bebé —Ron se recargó del marco de la puerta del baño muy somnoliento— joder que no puedo dormir, ¿Verdad Neville?
El otro chico asintió más que dormido asomándose por detrás del pelirrojo que los seguía mirando, Harry les hizo una seña pero ellos se mantuvieron parados en la misma posición sin dejar de verlos.
Entonces Draco se sintió más avergonzado porque terminó volteando hacia la taza de nueva cuenta.
—¿Ya se te está pasando? —Harry era tan lindo en cuestión de atención— ¿Como te sientes, quiere la poción?
—Ya la he tomado...
—¿Entonces?
—Me sigue doliendo el abdomen.
—¿Y eso es normal? ¿El bebé está bien? Digo, podemos ir corriendo por la enfermera en este preciso momento —Ron se alejó de la puerta.
—No, dijo que el dolor iba a seguir en unos días. Tienen que quedarse en cama y comer lo que ella le mandé —su mejor amigo giró su rostro para verle— por lo menos ellos dos están bien.
—Hay una planta que ayuda mucho a las náuseas para las embarazadas.
Embarazadas. Draco miró a Neville de forma nada amigable ocasionando que el pobre chico se escondiera detrás de Ron.
No era ni una maldita mujer como para que lo tratarán con delicadeza pero se sorprendió cuando no tuvo ni la más mínima intención es ponerse a pelear, estaba tan cansado que juraba iba a ponerse a dormir justo ahí. Al fin, ya se había acomodado.
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Cuando me recuerdes; [ Harco ]
FanfictionDraco sabe que su relación de odio hacia a Harry Potter ha cruzado la línea donde ambos no pueden poner un límite. Por lo menos hasta que un día el rubio comienza a sentir mareos y náuseas que lo hacen ponerse alerta. Eso podría traer muchas consecu...