Para no pensar en ti

Capítulo 9. Volverte mío

Las cosas ya estaban más tranquilas en la casa de la familia Matsuno, pero el problema ahora era que los 6 hermanos se habían vuelto más distantes.

-Voy a ir a la playa a batear- dijo el de suéter amarillo, con el bate en sus manos y su habitual sonrisa.

-Iré contigo- dijo Ichimatsu, mientras se levantaba calmadamente.

-No es necesario Ichimatsu niisan, quiero pasar un tiempo solo...-

-Entiendo- Ichimatsu se preocupó por lo que su hermano menor dijo.

Pero al de morado no le gustaba meterse en la vida de los demás, de por sí ya se sentía una molestia por la respuesta del menor, así que no insistió ni pregunto nada.

Karamatsu también estaba en la sala con él, pero no se habían dirigido la palabra, solamente interactuaban entre ellos cuando no había nadie que los viera, ya que Ichimatsu tenía una imagen, de chico frío y solitario, que proteger.

Cuando Jyushimatsu se fue, solo quedaban Karamatsu y él en la sala, y posiblemente en toda la casa, porque Ichimatsu no había visto a nadie más desde que se levantó.

Karamatsu se acercó sigilosamente al de morado.

El de suéter morado lo noto, pero no dijo nada, solo desvió su mirada.

El de suéter azul comenzó a abrazar de la cintura al menor.

Esto hizo que la cara de Ichimatsu tuviera un fuerte sonrojo.

El de azul sonrió, había conseguido lo que quería, pero eso no era suficiente.

-¿Puedo besarte?- Karamatsu acerco su cara a la de Ichimatsu.

-Idiota, no me preguntes, solo hazlo- respondió el de morado.

El de azul obedeció, beso a Ichimatsu, empezó con un beso tierno que se fue volviendo más apasionado, hasta hacerse un beso más húmedo.

-Se mío- dijo Karamatsu, de forma seria.

-¡¿Qué dices?!- la cara de Ichimatsu se puso roja.

-Quiero hacerte mío, pero debo estar seguro de que también quieres esto-

Ichimatsu tapo su cara.

-Haz lo que quieras- respondió.

Karamatsu sonrió, por más fría que sonara esa respuesta, él sabía lo que significaba, porque ahora entendía los sentimientos de Ichimatsu, y aquel le estaba diciendo que sería suyo.

Karamatsu cargo a Ichimatsu como si de una princesa se tratara.

-¡Suéltame mierdamatsu!- decía Ichimatsu mientras intentaba soltarse, estaba enojado y avergonzado al mismo tiempo.

-Debo llevar a mi princesa a un lugar decente, no lo haremos en el suelo- Karamatsu no lo soltaba.

-Deberíamos hacerlo en un basurero, allí es donde pertenezco- Ichimatsu se rindió de intentar soltarse.

-Pronto solo me vas a pertenecer a mi-

Ichimatsu solo se quedó callado y desvió la mirada con vergüenza.

Karamatsu sentó a Ichimatsu en el sillón, preparo el futón, el lubricante y los condones.

Y volvió a cargar a Ichimatsu para esta vez colocarlo con delicadeza en el futón.

Comenzó a quitarle el suéter morado, y se quitó su suéter azul.

Recostó a Ichimatsu y comenzó a besar su abdomen.