Historia antigua de Grecia y Roma

Capítulo I

Las civilizaciones prehelénicas y el mundo micénico

1. El medio geográfico.

Grecia está situada al sur de la península balcánica, la más oriental de las tres que se proyectan hacia el Mediterráneo. A través del complicado entramado de islas se coloca a escasa distancia de las grandes civilizaciones de la antigüedad: Egipto, Siria y Fenicia. La orografía griega es accidentada, completamente irregular. Cordilleras y depresiones ocupan casi el 80% del suelo. El gran macizo montañoso que corre desde Tesalia a Tracia (monte Olimpo, 2985 m.) no aisló a Grecia de Europa. Idéntica orografía se manifiesta en las islas, como parte que son de las cimas de las cadenas montañosas de un antiguo continente sumergido. En Grecia el mar jugó un papel muy importante. Son abundantes las calas y golfos que penetran hacia las montañas que además de ofrecer protección a las naves, facilitaban la conexión entre poleis. La población contó con un medio de transporte a base de remo y vela. El mar constituyó una gran fuente de aprovisionamiento, aunque la economía esencial fue siempre agrícola (cereal, vid y olivo). Los recursos minerales eran escasos. Había minas de cobre y de hierro que no tardaron en agotarse; el oro provenía de regiones limítrofes. Solo las minas de plata en Ática fueron productivas. La necesidad de minerales obligó a largos desplazamientos y a articular un comercio de  trueque con los habitantes de las regiones mineras. En cambio hay excelentes vetas de arcilla, utilizada por los alfareros para la fabricación de vasijas de extraordinaria calidad artística. Las canteras de mármol del Pentélico y de Paros aportaron materia prima para construcción y escultura. El clima en este territorio oscila entre el frío y variable clima de montaña en el interior y el suave y relativamente uniforme clima mediterráneo en la costa.

 2. El Egeo durante el Neolítico (finales del VII milenio hasta principios del III milenio a.C.)

Grupos de agricultores de Anatolia, en busca de tierra nueva, llegaron a Grecia continental. Previamente se instalaron en algunas islas egeas. Con ellos viajaba la domesticación de las plantas, la cría regular de ganado y la vida sedentaria. En Grecia esta civilización heterogénea es conocida con el nombre de Sesklo, cuyo apogeo ha de situarse en torno al año 4800 a.C. Sus peculiaridades constructivas se hallan en numerosas aldeas extendidas por toda Grecia, aunque el núcleo más denso está localizado en Tesalia y Beocia. Practicaban una economía agrícola y ganadera y complementaban la dieta con la caza y la recolección. No desconocían la navegación. Una banda no numerosa, pero agresiva, se estableció en Grecia hacia el año 4000 a.C. Se extendieron por el centro de Grecia hasta el Peloponeso y las islas Cícladas, terminaron por asimilarse a la población anterior. Hacia el año 3300 a.C.

 3. La Edad del Bronce. Creta durante la cultura minoica.

Creta estuvo poblada, a partir del Neolítico temrpano, hacia finales del VII milenio a.C. recibió, además, los mismos aportes culturales que la Grecia continental. A partir del Minoico Medio en la geografía cretense se encuentran pequeñas ciudades dominadas por un gran palacio, que evidentemente denota un fuerte poder estatal. Es el comienzo de la civilización minoica, cuyo nombre deriva del rey de Cnosos, Minos.

 3.1. Periodización.

 En cuatro grandes periodos se divide la cultura minoica, contemporánea del imperio Medio Egipto y del Renio Antiguo hitita.

·         Prepalacial (2800-2000 a.C.), Minoico Antiguo. Es la fase anterior a las manifestaciones externas de la cultura minoica. Hay un gran avance en los modos de vida. Se intensifica el comercio con el exterior. Las construcciones comienzan a ser más complejas.

·         Protopalacial, paleopalacial o de los Primeros Palacios (2000-1700 a.C.), Minoico Medio I y II. Época de la formación de la cultura. Aparecen los palacios que fueron destruidos por terremotos, que provocan graves incendios. No hay cambio de cultura.