Un Fictober Con Mucha Tinta (KnB)

Día 19: Globos

Pareja: KagaAo

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Uniéndose a que se sentía completamente irritado debido a las hormonas, la situación en la que se encontraba lo irritaba más aún. 

Mirara por dónde mirara, la sala del apartamento de Momoi se encontraba adornada demasiada cursi para su gusto, mientras su amiga y Kise sonreían satisfechos por dicha decoración. 

—¿Se puede saber qué es esto? —cuestionó el moreno cruzándose de brazos. 

—¿Qué va a ser, Dai-chan? Es tu baby-shower. ¿A que está hermoso? Lo decoramos Ki-chan y yo —respondió la fémina con entusiasmo. 

—Dije que no quería cosas de estas, no soy una tía —protestó. 

—Pero Aominecchi, ¡hemos hecho un gran trabajo! Todos deben tener su propio baby-shower. 

—No me gustan estas cosas —repitió—, es de tías y además, ¿por qué la decoración es de color rosa? Ya dije que no soy una tía. 

—Aominecchi, es rosa porque el bebé será una niña, no porque te tratemos como una mujer —explicó Kise—. Si hubiera sido el bebé un niño, la decoración hubiera sido azul. 

—Deja de protestar, Dai-chan, que los demás están por llegar —no pasó mucho tiempo cuando el timbre de la casa de la fémina sonó, dejando entrar a todos sus amigos omegas. 

—¡Está todo genial! —exclamó Takao soltando una bolsa de regalo color rosa sobre la mesita de los regalos para la futura bebé. 

—Y el catering está también listo, por cuenta de Atsushi —dijo Akashi mostrando todos los dulces, pasteles y canapés que había preparados. 

—¿Dónde ponemos los regalos, Momoi-san? 

—Aquí en esta mesa, Tetsu-kun.

—Oye, ¿alguien me escucha que no me gustan este tipo de cosas? —Daiki se estaba enojando por segundos, ya que ninguno de sus amigos le hacía caso. 

—Kise, ya te puedes ir —habló Kasamatsu a su pareja—, tú no pintas nada aquí. 

—¿Y eso por qué? Yo ayudé con Momocchi a decorar todo. 

—Eres alfa, no pintas nada aquí, así que fuera —justo cuando abrió la puerta, el mismo Kagami se encontraba parado frente a ésta—. Otro, ¿qué haces tú también aquí? ¿Qué parte de "es una fiesta únicamente para mujeres y omegas no habéis entendido? 

—Pero es la fiesta de mi bebé, tengo todo el derecho del mundo de estar aquí —se excusó el pelirrojo pasando dentro del apartamento—. Además, traigo yo también regalos para mi hija —arrastró una hermosa cuna de colores rojizos y azulados, rompiendo el esquema de "rosa es de niña y azul de niño". 

Pero lo que más llamó la atención no era la hermosura de la cunita, ni los colores tan llamativos que eran, sino los globos en forma de balón de baloncesto que estaban enganchados a la cuna y se erguían en el aire. 

Daiki se levantó del sofá dónde se encontraba molesto —y devorando unos cup cakes de frambuesa y plátano—, y fue hasta su pareja con una sonrisa. 

Aunque no le gustaran ese tipo de fiestas, en el fondo agradecía a sus amigos de haberle hecho un baby-shower, de haberle traído mil y un regalos para su futura hija, de que su alfa haya traído esa hermosura de cuna y, sobre todo, de que había leído su mente con los globos en forma de balón de básket, porque eso era tan ellos... un signo indiscutible de que se conocieron debido al deporte que tanto amaban.