Día 21: Peces

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Pareja: AoKaga. Relación con el drabble 20.
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En el preescolar, Kuroko-sensei, para que los niños aprendieran a tener una responsabilidad, les dijo que debían de cuidar un pequeño pececito.

Cada niño, elegía el pez que más le gustaba, y cómo no, Aomine y Kagami no fueron la excepción.

Daiki, como ahora su color favorito era el rojo, eligió uno que tenía algunas de sus escamas rojizas, haciendo enfadar a Taiga ya que le puso de nombre "Tai-chan".

El pelirrojo también hizo lo mismo, eligió uno con las escamas azuladas y le puso el nombre del moreno, "Dai-chan".

Cada niño estaba feliz de cuidar y alimentar a su pececito, pero la parejita infante de enamorados era otro tema.

Se querían llevar los pececitos a sus casas, cuando no podían sacarlos del preescolar, querían sacarlos al jardín para jugar con ellos, querían darles de comer de su almuerzo, y lo más descabellado, es que querían enseñarles a jugar básket.

-A ver Daiki-kun, ¿por qué está llorando Taiga-kun? -preguntó Kuroko al ver al pequeño pelirrojo llorar-. ¿Le hiciste algo?

-¡No! Yo no hice llorar a Tai-chan, es por tu culpa, Kuroko-sensei.

-Mi culpa, ¿por qué?

-Porque nos has dicho que no podemos enseñarle Básket a nuestros pececitos -se enfurruñó el morenito, haciendo un tierno puchero.

-Es que niños, a los pececitos no se les puede enseñar a jugar básket -dijo con dulzura.

-¿Y por qué no se puede? -dejó de llorar Taiga para prestarle atención a su sensei y escuchar el por qué de esa negación.

-A ver -se sentó junto a ellos, que tenían justo delante, las peceras con dichos animalitos, que nadaban en su agua ajenos a lo que sus pequeños dueños querían hacer con ellos-. ¿De qué tamaño son los peces?

Ambos niños se miraron para después responder a la vez.

-Son muy pequeños.

-Bien, son pequeñitos. ¿Creéis que podrían tan si quiera coger un balón de basket? Tampoco tienen manitas.

-Uhm... Eso es cierto, ¿con sus aletas no podrían?

-Claro que no, ya que con ellas no sujetan cosas, sólo nadan, además volvemos a lo mismo de antes, que son de un tamaño mucho menor que una pelota. Y por último, ¿en dónde se encuentran?

-En el agua.

-Así es, los peces no pueden salir del agua, si no están en el agua, se pueden morir.

-Yo no quiero que Dai-chan se muera -lloriqueó nuevamente Taiga.

-Entonces, ¿habéis entendido que no sólo no se juega con los peces, que deben permanecer en el agua, y que mucho menos podéis enseñarle básket?

Los dos asintieron, y Kuroko sonrió.

-Kuroko-sensei, ¿y tú podrías jugar a básket con nosotros?

-Claro que sí, pero será más divertido que juguemos con los demás amigos, ¿verdad?

-¡Sí! -cada uno tomó su pecera con su pececito, y lo dejaron dentro de la clase junto con los demás, para después, ir a jugar con los amiguitos de la clase y Kuroko-sensei a básket.

Sí, querían mucho a sus pececitos, pero eran eso, peces, y debían permanecer en sus peceras, por lo que se limitarían a velar de que tengan el agua limpia y alimento diario, no a intentar enseñarles básket, el básket era más divertido con los demás amigos.

Un Fictober Con Mucha Tinta (KnB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora