11- Halloween

1.1K 162 183
                                    

No era la primera vez que los amigos de Ícaro invitaban a Ulises a una fiesta en su casa. Las primeras veces, Ulises se sorprendió bastante del tamaño de éstas, y preguntaba sin parar dónde había conseguido Ícaro amigos con tanta pasta. "Contactos, supongo", contestaba. Teniendo en cuenta que Ícaro vivía en un piso minúsculo y se pasaba el día trabajando para cobrar una miseria, no tenía otra cosa que creer.

La excusa para la fiesta de ese día era Halloween. Las condiciones para asistir eran ir disfrazados y llevar alcohol. Pues ahí se plantaron los dos, disfrazados y con una botella de Vodka.

—Tu disfraz es una basura. Ni siquiera da miedo. —comentó Ulises mientras andaban hacia la casa.

Era cierto que no se lo había currado excesivamente. Unas orejas negras y unos bigotes pintados, combinados con su ropa que ya era negra de por sí y una gargantilla del mismo color... en su mente era brillante.

—¿Qué me vas a contar tú? ¿De qué se supone que vas? —preguntó Ícaro, de vuelta a su expresión de enfado.

—Pues del pavo de "Viernes 13". —contestó Ulises, como si fuera lo más obvio del mundo.

—¿Sí? ¿Y ese bate?

Al llegar a la puerta, se golpeó la palma de la mano un par de veces con orgullo. O eso parecía, puesto que no se veía demasiado con la máscara.

—Marca de la casa.

Ícaro rodó los ojos mientras picaba al timbre.

—Marca de lo tonto que eres, diría yo.

La puerta se abrió antes de que Ulises pudiera amenazarle con volarle la cabeza con el bate

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La puerta se abrió antes de que Ulises pudiera amenazarle con volarle la cabeza con el bate.

—¡Eh! ¡Parejita! Sabía que vendríais. Pasad, pasad.

El amigo de Ícaro se hizo a un lado para dejarles entrar. Ellos no contestaron más que con leves gestos de agradecimiento. "Parejita", les había llamado. Era curioso, porque ellos no le habían dicho nada a nadie de que estaban juntos. Bueno, juntos, si se podía decir eso.

Su relación no había cambiado demasiado en casi un mes de verse diariamente. Bueno, en cierto modo sí, y mucho, pero no por fuera. Ahí casi todo era Ícaro tanteando el terreno. ¿Qué pasaba si le cogía la mano mientras iban por la calle? ¿O si apoyaba la cabeza en Ulises mientras veían una serie? ¿O si le abrazaba por detrás mientras preparaba la comida? Como quería saberlo, lo probaba, y la respuesta era que no pasaba nada, pero Ulises tampoco sabía muy bien cómo actuar. Por eso nunca intentaba dar ningún paso más allá, algo que le pudiera confirmar a Ícaro que estaban saliendo y que no eran imaginaciones suyas. Por eso ambos se cortaron bastante cuando les llamaron así.

La noche no fue a mejor. No se separaron demasiado, pero cada uno iba bastante a su bola. Ninguno bebió ni una gota de alcohol. Hablaban con gente, reían, pero guardaban las distancias sin saber muy bien por qué. Ellos no fueron los únicos que se dieron cuenta, al parecer.

Too CloseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora