Capítulo II

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El desayuno la mañana siguiente fue apresurado y relativamente corto, puesto que los Potter despertaron tarde y con el tiempo justo para dirigirse a sus destinos. Lily y Harry tomaron juntos un pequeño lápiz que servía como Traslador, al tiempo que se despedían de James, quien entraba a tropezones en la chimenea.

Cuando madre e hijo arribaron al Callejón Diagon, Harry se quedó con la boca abierta mientras observaba todo a su alrededor.

Definitivamente todo estaba muy diferente a la última vez que él estuvo allí, e incluso a cuando fue por primera vez con Hagrid.

—Todo está muy diferente. —dijo Harry, contemplando una tienda de juguetes mágicos que se ofrecían a sí mismos.

— ¿A qué te refieres? —preguntó Lily aferrándolo de la mano para empezar a caminar.

—Bueno... la última vez que vine aquí, fue en tiempos de guerra. Todo parecía muy... desolado. Y cuando vine con Hagrid, todo era más alegre, sí. Pero no tanto como ahora.

Lily rio y acomodó su cabello en el reflejo de una ventana.

—Bueno, Harry, ¿no te parece mejor así?

—Oh, claro. Es sólo que no me acostumbro... pero supongo que ya debería empezar a hacerlo; es molesto recordar tantas cosas.

Lily se detuvo y se inclinó para estar a la altura de Harry.

—No quiero que pienses que diciéndonos todo eso nos fastidias, Harry. Siempre que quieras hablar sobre algo, puedes hacerlo, mi niño. Tu padre y yo queremos comprender más lo que pasó... lo que te pasó. No te límites por eso, Harry.

Harry asintió y dejó que Lily le besara en la frente.

—Está bien.

—Pero también sería grandioso que aceptaras todo esto nuevo que ves. —dijo Lily.

— ¡Claro que lo acepto, mamá! —Harry se apresuró a hablar.

—Lo sé, tesoro. Me refiero a que aprendas a vivir con ello, y que lo disfrutes. ¡No está Voldemort aquí y nos tienes a nosotros!

Harry rio y Lily levantó una ceja con curiosidad.

—Lo siento. Es que recordé que todos los magos y brujas sufrían de escalofríos, cada que la palabra Voldemort salía a discusión. La evitaban totalmente.

Lily alzó el mentón y dijo con voz orgullosa:

—Te aseguro que yo no habría sido una de ellos. Es absurdo temerle a un nombre.

Harry sonrió y al momento de hablar, fue interrumpido por una voz tras de ellos:

— ¡Lily Potter! ¿A esto le llamas puntualidad?

Harry dio vuelta y casi se cae de espaldas por la impresión. Una hermosa mujer rubia con una bonita túnica amarillo pálido venía hacia ellos con paso elegante.

— ¡Merlín! ¿Cómo pude olvidarlo? —Lily murmuró.

Harry observó nuevamente a la mujer, reconociéndola vagamente.

Un momento...

¿No era esa la madre de Malfoy? ¿Narcissa Malfoy?

Harry abrió la boca y miró a su madre aterrorizado. Lily no tuvo tiempo de explicarle, pues la mujer volvió a hablar:

—He estado esperando por ti, Lily. ¡Dijiste que ibas a llegar temprano! Oh... Hola Harry, ¿cómo estás?

Harry no respondió pues tenía la boca seca. Lily rio nerviosamente, tocándose el cabello y apretando la mano de Harry.

Una nueva vida [ HP fic ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora