Barbara Z.M

Veinticinco.

"¿Es en serio? Déjate de bromas." Revolee los ojos al notar como me miraba burlón, por un momento llegue a pensar que era cierto.

"Tu cara fue lo mejor, valió la pena hacerla." Escuche su risa.

"¡Ya basta!" me acerque a él para darle un golpe despacio, el solo lo esquivo. "Zayn se serio."

Su sonrisa fue reemplazada por nuevamente su semblante serio, al menos fue obediente. Nadie hablo como al menos dos minutos, Zayn parecía estar en otro planeta dentro de su mente.

"Bien lo que te dije no fue del todo broma." Yo lo mire frunciendo el ceño. "No quiero entrar en detalles, no ahora." continúo enojado. Parecía tener a alguien ahí dentro de su cabeza que le dice que se enoje cada dos segundos conmigo.

"¿Qué te ocurre?" dije por su actitud conmigo. "¿Estás enojado conmigo? ¿Por qué?"

"¿Por qué demonios te metiste en mi conversación?" se despeino el cabello, lo cual me hizo suspirar por lo hermoso que era. Suavemente sacudí mi cabeza para que esos pensamientos se vayan.

Trague saliva. "Tuve miedo que hagas una locura."

Obviamente Zayn no se puede controlar es muy impulsivo, si no hubiese llegado a entrometerme imagínense lo que hubiera pasado con Yulia. Pero ella parecía estar completamente normal, como si las acciones de Zayn no le sorprendieran en absoluto. ¿Qué le hizo?

"No haría nada contra ella de nuevo." Se acercó más a mí para tomar mi cintura.

"¿Qué le hiciste? Sé que eres vengativo." Lo apunte haciendo que él se separe de mí.

"¡Demonios Barbara! Eres demasiado insistente." Revoleo los ojos, tosió un poco antes de continuar y mirarme sin ninguna sonrisa. "Te lo contare después, siento que esto es más privado."

"Estamos solos, te escucho." Dije, Zayn solo respiro repetidas veces tratando de calmarse. Mordí mi labio inferior.

"Siento que sabes mucho y yo no sé nada de ti." Soltó.

"Oh, si ese es el problema puedes preguntarme lo que quieras." Le mostré una sonrisa, el solo asintió pasando su lengua por su labio inferior.

"Cuéntame de tu mamá" lo mire algo sorprendida, pero eso no me detuvo al hablar.

"Ella está en Italia o talvez en otro lugar del mundo desconocido para mí." El me prestaba atención y solo se quedó mirándome sin decir nada, el si se tomaba en serio eso de no interrumpir. "Cuando tenía 6 años dijo que iría a un desfile en Francia y que volvería en una semana pero jamás volvió." Alcé los hombros.

"¿Qué hay de tu hermano?" puso una mano en mi muslo dando suaves caricias, no lo tome de otra forma más que solo lo hacía para darme algún tipo de consuelo.

"Lo amo, es como mi padre. El me limpio los pañales a pesar de tener a mi madre antes de que se vaya, ella jamás se hizo cargo de mi realmente." Algunas lágrimas empezaban a picar mis ojos por los recuerdos.

"¿Dónde está el?" pregunto después de darme un suave beso en la mejilla.

"Está estudiando en Canadá, no iba a prohibirle que tenga una vida normal de estudios solo para cuidarme a mí." Seque algunas lágrimas.

"¿Cuándo te dejo?" acaricio mi cabello y apartaba ciertos mechones que interrumpían mi visión.

"No me dejo." Dije viéndolo algo molesta. "Él no me dejaría nunca, solo fue a estudiar. Hace un año."

"Eso es sorprendente. Lo siento, sé que el jamás te dejaría." Me regalo una sonrisa. "Tengo muchas preguntas más."

Solté una risa mientras sentía como me relajaba y las ganas de llorar desparecían. "Yo igual."