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LAS NECESIDADES QUE
TENEMOS.



LAS NECESIDADES QUE TENEMOS

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— Yo no traiciono a mis amigos. — La comandante se quedó en silencio después de la corta discusión que ella misma había creado al entrar a la habitación en donde no tenían deseos de verla y mucho menos cruzar alguna palabra con ella. — No a tí.

— En la montaña había amigos tuyos, ahora están muertos, son tus muertes.

— Las muertes también son tuyas, nuestra única diferencia es que tu no tienes honor, y yo no tuve opción. — aclaró sentándose en la cama dándole la espalda por completo a Lexa quien a los pocos minutos de tratar volver hablar con ella y no tener respuesta, salió de la habitación dejándola sola.

‘Volverás con tu pueblo’. Las palabras estaba estancadas en la mente de la espacial quien sostenía el cuchillo que Roan le había dado junto a su trágica historia sobre su madre y el mandato que tenían sobre Nación Hielo, en lo particular a la rubia le agradó el príncipe y sus planes tan retorcidos.

Comenzó a jugar con el cuchillo que tenía en sus manos pasando el objeto de un lugar a otro notando los nervios que tenían. La puerta se abrió sin aviso haciéndola guardar rápidamente en arma en sus botas y sacudiendo sus manos contra su ropa.

— Hola.. — la rubia se relajó de inmediato soplando contra sus mechones tomando asiento nuevamente en la cama con el menor. Se limitó a sonreír con una mueca.

— Creí que Lexa les tenía prohibido hablar conmigo, o algo como eso. — confesó a el rubio que negó rápidamente con la cabeza y una risa de fondo. Juliette lo presionó con la mirada obligándolo a soltar aire nuevamente.

— Está ocupada entrenando a los demás, su regla es no al favoritismo. — entendió que la comandante no tenía ni la más remota idea sobre que el menor estaba con ella hablando.

Varios temas surgieron llamando la atención de Juliette hacía Aden, según le dijo que se llamaba el rubio. Tenía la absurda idea de el tremendo parecido que hacía con ella y su hermano, era como un reflejo de los hermanos Collins.

Tenía el humor de Finn, su actitud positiva y a la vez tan sencillamente él. Por la acción de ir contra las reglas de Lexa supo que también tenía parte de su rebeldía, como cuando fueron enviados a la tierra y saltó varias clases de Pike sin ser descubierta.

Aden se despidió de la rubia saliendo con cuidado de ser visto por los terrestres, se dejó caer sobre la cama suspirando una y otra vez de manera repetitiva. Ni el sonido de la puerta la hizo levantar hasta que en la cama, Lexa se sentó con las manos sobre sus muslos, observandola.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐈𝐑𝐈𝐀 ⸺ 𝗟𝗘𝗫𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora