Ahora Eres Mía

Asquerosa Sangre-Sucia

A los días, Draco era quien se encontraba distante de Su leona

¿Pero porque?

Draco escuchaba la conversación de sus amigos, aunque no tenía muchos ánimos de seguir en el Gran Comedor después de ver como Hermione se reía al contacto de Ron apartándole un mechón de sus rizos y colocándoselo detrás de su oreja, apretó la mandíbula y se levantó.

-Los espero en la sala común chicos- dicho eso, aquel rubio le dedico una mirada a Hermione y se fue sin probar nada de la cena.

Camino hasta el baño de Myrtle y la vio allí, flotando mientras miraba por la ventana.

-¿A que debo que el Gran Draco Malfoy venga a mi baño?- dijo sin girarse a mirar al Slytherin- ¿Mal de amores?

Draco solo suspiro, se apoyó en el lavabo y se miró al espejo.

-Voy a renunciar a ella Myrtle...- contesto con desgana- voy a renunciar a Hermione, no puedo arrastrarla conmigo...- Myrtle lo miraba sin entenderle- el volverá... debo alejarla de mi... ¿pero cómo?

Myrtle lo miro flotando al lado de él.

-Sabes como Draco...- afirmo Myrtle mientras lo miraba- aunque te duela, sabes cómo hacer que se aleje de ti...

Este asintió, con todo el dolor de su corazón debía volver a ser el Draco Malfoy de los primeros años.

Como todas la noches, fue a la biblioteca donde se encontraría con Hermione, pero esta vez el llego 10 minutos antes junto con Pansy.

-¿Estás seguro de esto?- pregunto la morena- Granger no es de mi agrado pero tal vez deberías contarle lo que pasa...

Draco le conto toda la historia a Pansy sobre Hermione y el, sin duda sentía lastima por la Gryffindor e intentaba convencer a Draco de que le contara la verdad, que Voldemort volvería.

-No Pansy- negó rápido- si lo hago, ella intentara detenerme, y no puedo evitar ver como cae ante mis ojos sin vida si se metiera donde no le llaman- apretó los puños.

Pansy entendía a su amigo, pero también entendía a Granger, pues el corazón de una mujer es un océano de sentimientos que tiene mareas altas y bajas, misteriosas y obvias, y sabía de sobra que esta marea, traería un tsunami de emociones de odio hacia su amigo.

Ambos Slytherin escucharon la puerta de la biblioteca y un susurro que pronunciaba el nombre de Draco.

-Es ella- susurro el rubio mientras empezó a besar a Pansy, tocaba su cuerpo mientras esta gemía el nombre de Draco.

Hermione, al escuchar aquel ruido, se asomó y los vio, allí estaba el hombre al que amo durante sus primeros años de colegio, quien le decía te amo todas las noches, besándose con Pansy Parkinson.

-Draco... - susurro la castaña al borde de las lágrimas mientras el rubio solo se dio la vuelta.

-Nos ha pillado...- murmuro Pansy fingiendo vergüenza y alegría- ¿y ahora qué?

Draco miro confuso a Pansy.

-Ahora nada- reía mientras se giraba a Hermione- ¿enserio pensabas que te amaba?, te creí más inteligente Granger- Draco por dentro estaba roto en pedazos, pero debía decirle aquellas palabras- Largo de aquí, asquerosa sangre sucia.

"Te amo mi leona... espero que algún día me perdones"- pensaba Draco mientras pronunciaba aquellas últimas palabras que sacaron miles de lágrimas a la castaña.

Hermione solo salió corriendo mientras maldecía una y otra vez el haberse enamorado de Draco Malfoy.

Llego a la torre de Astronomía y con sus últimas fuerzas lanzo un grito desgarrador que todo el mundo pudo oír, sin saber de qué o de quien se trataba, solo sabían que era un grito de un dolor tan inmenso, que podía romper hasta el más fuerte de los diamantes en pedazos.

Draco al escucharlo no pudo evitar que sus lágrimas corriesen por sus mejillas pálidas mientras apretaba los puños, pero era hora de irse, no podía estar más tiempo en aquella biblioteca llena de sentimientos y recuerdos.

Miro hacia atrás antes de salir para siempre de aquel lugar.

-Así debe ser mi preciosa leona...- miro la biblioteca mientras pensaba en todos aquellos momentos vividos con ella en aquel lugar- Adiós...