Ahora Eres Mía

Nunca Es Tarde Para El Amor

Un año después.

Un nuevo año que no empezaba del todo bien para nuestro trio de oro.

Harry Potter, acusado de usar magia fuera de la escuela para salvar a su primo aun siendo menor para hacerlo, el ministerio se replanteaba seriamente en si el chico debería volver a Hogwarts o debería ser expulsado permanentemente.

Hermione Granger, una bruja con un corazón roto que se encogía en una esquina de una habitación al saber que era hora de volver a Hogwarts, y ver a cierto rubio de Slytherin, que igual que se lo robo también le rompió el corazón el año pasado.

Ronald Weasley, preocupado por sus dos amigos, los cuales parecían cuerpos sin emoción alguna.

El pelirrojo miraba a Hermione mientras apoyaba su cabeza en el marco de la ventana que era adornada desde fuera por las pequeñas gotas de lluvia.

-Hermione, seguro que está bien- dijo el pelirrojo en forma de consuelo- no le des más vueltas a la cabeza ¿quieres?- pedía mientras apoyaba su cabeza en el hombro de esta.

La castaña solo embozo una sonrisa, la verdad tener a Ron al lado la hacía sentirse bien, con confianza en sí misma.

-Muchas gracias Ron...- susurraba mientras se giraba posando sus ojos chocolate en los azules del pelirrojo, cogió la mano del chico y la acaricio- eres uno de mis pilares que me ayudan a mantenerme en pie, al igual que Harry, temo que algo le pase...

Ron solo sujeto a Hermione por la nuca acercándola a él, posando los labios en la frente de la castaña con un suave beso.

-Siempre voy a estar ahí- dijo mirándola a los ojos- siempre Hermione, no lo dudes nunca.

La castaña le dedico una sonrisa y se fundió en un abrazo con aquel pelirrojo por el que hubiera sentido algo más que amistad, si Malfoy no se hubiera metido de por medio.

Pero nunca es tarde para volver a enamorarse

¿Verdad?