🐾Capítulo 14

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Jimin no podía entender cómo era que aquellos dos alfa podían estar conversando tan tranquilamente vistiendo ropa normal, tal vez si abrigada, pero no exagerada como la que estaba usando el omega.

Y es que a pesar de estar tan abrigado, el shifter conejito aún tenía frío. Jimin estaba seguro de que en las últimas horas la temperatura había descendido considerablemente porque cuando salió de su casa estaba bien.

"Mi casa" pensó e irremediablemente sonrió ante ello.

Saber que ahora tenía un hogar y una pareja producía una enorme felicidad en su interior, su conejito omega estaba tranquilo y con una sensación de protección y seguridad que nunca pensó que podría encontrar.

Pero lo hizo.

Creyó en los instintos de su conejito y corazón, y gracias a eso ahora tenía un hombre hermoso, fuerte y que lo amaba con ferocidad, correspondiendo sus sentimientos.

Jimin lo sabía con tan solo verlo a los ojos de Yoongi, por ellos se transmitían tantas cosas que se sentía ahogado y perdido si los contemplaba mucho.

Sus orejitas peludas se movieron al percibir movimiento, el pequeño rubio se dio media vuelta y contempló a dos niños entre los cinco y siete años intentando esconderse tras un montón de nieve que se había movido a los costados para despejar el centro del pueblo donde sería la festividad.

El omega observó a su pareja y le sonrió mientras señalaba a los niños con su cabeza.

Cuando el alfa asintió con su cabeza, Jimin se movió y aprovechó que los niños seguían escondidos para acuclillarse frente a ellos.

—¿Crees que nos vio? —pregunto el niño más grande, el que parecía tener siete años.

—¡Tiene orejitas de conejito! ¿Crees que también tenga colita? —pregunto la niña.

—¡Tonta! Es obvio que sus orejas son falsas —chisto el niño seguro.

Jimin soltó una suave risita—. De hecho, son verdaderas ¿quieren tocar?

Ambos niños se levantaron de golpe y observaron sorprendidos al omega.

—¿Puedo? —pregunto entusiasmada la niña.

Sonriente el omega inclinó su cabeza permitiendo que la infante tocara.

—Son suavecitas —chillo—. ¿Y tienes colita? —le contempló emocionada.

—Sip.

—¿En verdad eres un conejito? —pregunto el niño ceñudo, observando desconfiado a Jimin.

—Puedo cambiar a un conejito —aseguró levantándose.

—¡Quiero ver! —pidieron ambos con entusiasmo.

—Me gustaría mostrarles pero aquí afuera no porque yo tengo mucho frío —pronunció sorbiendo por su nariz roja, metiendo sus enguantadas manos dentro de su chaqueta.

Un fuerte brazo rodeó su cintura y unos labios posaron en su sien, besándolo suavemente.

—¿No deberían de estar con sus padres o en la guardería? —preguntó Yoongi a los niños.

Ambos rieron animadamente antes de tomarse de las manos y salir corriendo, como si no hubieran sido atrapados por su propio líder.

—Los ahuyentaste —refunfuñó el menor.

—¿Tienes frío conejito? —preguntó el alfa, contemplando el adorable tono rojo en la nariz del menor.

—Sí, tomará un tiempo acostumbrarme a este clima tan helado —respondió dándose vuelta para enterrar su carita en el pecho del dragón, restregándola en busca de calor—. ¿Ya vamos donde TaeTae y Hobi?

Cálido InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora