🐾Capítulo 21

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Jimin inclinó hacia atrás su cabeza y gimió mientras enterraba sus uñas en los hombros del alfa.

El sudor pintaba su cuerpo al igual que el de su dragón, el placer crudo y ardiente presente en sus rostros. 

La vista para Yoongi era perfecta, hermosa y maravillosa, simplemente no había nada más sensual y apasionado que Jimin en busca de su placer, su anhelado orgasmo.

Sin poder contenerse acarició la piel bajo sus manos, admirando a su pareja saltar sobre su pene una y otra vez, con la chimenea iluminándole desde la espalda y aumentando el calor que ya estaba presente.

Si este alfa pintara, realmente desearía pintar ese preciso momento tan perfecto.

Con Jimin a horcajadas sobre su regazo, la calidad luz de la chimenea haciendo presentación desde atrás, brindándole un inusual brillo anaranjado a su pareja como si fuera un dios griego, un adonis.

Sus preciosos gemidos, ruegos y sollozos eran una melodía atractiva e hipnotizante de la cual el dragón no podía dejar de escuchar y disfrutar.

—Solo un poco más conejito —jadeó, sosteniendo con fuerza las caderas de su pareja, ayudándolo a subir y bajar.

Con la fuerza que estaba utilizando, era seguro que dejaría unas marcas de sus manos en la piel.

Oh, sí... Yoongi quería ver aquello, el cuerpo de su conejito con sus marcas en el.

—Tócame, por favor... —rogó el omega sin dejar de saltar sobre el miembro del alfa, estaba tan cerca.

Relamiendo sus labios, el líder dragón rodeó con una mano el pene de su pareja, comenzando a mover su mano, siguiendo el ritmo que el menor impuso con sus brincos y empujes.

Observó satisfecho las mordidas y chupetones por todo el pecho y cuello de su conejito, pero no era el único marcado ya que Jimin se había encargado de eso, dejándole rasguños en su espalda y deliciosos chupetones en su cuello.

Sin soportar más comenzó a mover su cadera para ir al encuentro de su omega en cada salto. Jimin arqueó su espalda y gimió largamente el nombre del alfa antes de disparar su carga ante las duras embestidas del mayor, cerrando sus ojos mientras una oleada de placer le abordaba apretando las paredes internas que rodeaban el miembro en su interior. Seguido se le sumó Yoongi ante la exquisita sensación, llenando aquel pequeño y maltratado agujero con su esperma.

Cansado, el pequeño omega se dejó caer hacia adelante, apoyando su rostro en el hombro del gran hombre al igual que el resto de su cuerpo.

—Te amo —balbuceó entre respiración entrecortadas Jimin, sintiendo el calor de la chimenea en su espalda.

Rió bajo al recordar cómo momentos atrás ambos habían estado comiendo cuando sin resistirse, Jimin le besó apasionadamente, consiguiendo con ello una alucinante ronda de ardiente sexo en el sofá.

—Uhm, yo también te amo bebé —pronunció el alfa besando el desnudo hombro—. En cualquier momento me puedes atacar nuevamente —bromeó.

—Yo no te ataque —ríe—. Tú lo hiciste, yo solo te besé.

—Fue más que un simple beso conejito —se defendió.

—Tú solo gustas de hacer el amor en cada parte de la cabaña y en cada momento. Ya no hay ningún lugar donde no lo hemos hecho —señalo con diversión.

—Eso no es cierto... Bueno, tal vez pero aún falta probar la cocina —refunfuñó Yoongi.

Jimin se carcajeo con más fuerza, reconociendo que la idea también era excitante para este conejito, a pesar de que no lo anunció en voz alta o su pareja podría tomarlo como otro deseo a cumplir en ese momento. Su apasionada pareja realmente castigo duro su cuerpo entre ayer en la tarde y en ese momento.

Cálido InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora