18.- Ser

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<<Las reglas sirven para mantener un orden, para que exista la justicia y la igualdad. Las reglas dan estabilidad o eso se supone. En el mundo corrupto en que vivimos a veces las reglas solo sirven para aplastar al más débil.>>

La torre del Hokage, es la primera vez que se encuentra en un lugar como este y parece tan imponente por dentro como lo es por fuera, más aún la puerta hacia la oficina del Hokage con dos ANBU postrados a cada lado de la puerta con sus respectivas máscaras. Sakura miraba con detenimiento a ambos que si no fuera porque notaba sus lentas respiraciones hubiese pensado que eran un par de estatuas que se inmutaban en su presencia.

—*No es como que ahora seamos más que una pulga de color rosa para ellos* —aclaró Inner.

Con los minutos pasando en silencio frente a esos dos hombres sentía la tensión crecer más y más, por suerte para ella a su lado estaba Iruka a su lado esperando, si no fuese por él no sabría que estaría haciendo ahora.

¡Solo dije que quería ser ninja, no es como para que me tengan aquí por horas! —gritó Sakura en su mente.

El inmutable silencio fue roto con el sonido de dos pares de pasos que parecían apresurados. Pasos que Sakura conocía a la perfección. Al instante enderezó su espalda y se acercó un poco más a Iruka.

Iruka que esperaba tranquilamente a su lado ha pasado por muchas cosas en su corta vida, ya no hay muchas cosas que le sorprendan, sobre todo desde que conoció y ha tenido que lidiar con Naruto. Sin embargo, el día de hoy se sorprendió cuando Sakura, la chica que le confió la información que solo a pocos les enseñó de que estuvo en cautiverio en Akatsuki y logró escapar, en su papel escribió que quería ser ninja fue una gran sorpresa.

Para una chica en aquellas condiciones lo primero que pensaría es en una chica tímida que trataría de no destacar. No necesitaba ser ruidosa para destacar como Naruto y su mono color naranja, con su extraño color de cabello era más que suficiente para destacar por si sola. Aunque es tímida y sumisa como lo espera, sobre todo cuando su hermana se encontraba a su alrededor, sin embargo, había visto que al sobrepasar su enojo tenía una chispa de lucha en el fondo de ella, aunque nunca creyó que esa pequeña chispa y las experiencias que ha tenido que lidiar la llevaran a decidir ser ninja.

Cuando un par de pasos comenzaron a escucharse subir las escaleras no pudo evitar ver de reojo que Sakura se tensó. Confundido miró a la escalera. Anteriormente ha conocido a los padres de Sakura y le han parecido unas personas muy agradables.

Su sorpresa fue encontrarse a ambos con el rostro endurecido. Un segundo de su tiempo le dio a su hija para mirarla de reojo antes de ir directo a la puerta y esperar hasta que les dieron permiso a ambos de pasar, como un huracán los dos entraron antes de que el silencio se volviera a instalar en el pasillo.

Iruka estaba sorprendido, su estómago se revolvió al recordar aquella fría mirada que su padre le dio y la ignorancia de la señora Mebuki, como si su hija no estuviese ahí. Aquella no es la que un padre haría a su hijo... Es como la mirada que los aldeanos le dan a Naruto.

Si eso fue lo suficiente incómodo para Iruka, lo fue aún más cuando la voz de Kizashi se escuchó más allá de la oficina.

—¡Esto debe ser una broma!, ¡No dejaré que mi hija se vuelva ninja!

El silencio iba y venía, claramente cuando el silencio reinaba era porque el Hokage estaba hablando a diferencia de Kizashi que gritaba en cada oportunidad que tenía. De pronto la sala se abrió y un ANBU salió.

—Pueden pasar —dijo el ANBU.

Iruka esperó a que Sakura caminara primero antes de seguir hasta que ambos estuvieron dentro.

Sakura, el inicio de una kunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora