Capítulo 19: Luchar

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NARRA CARLOS

—Familia Smith, ha sido una operación muy complicada... —mi respiración empezó a ralentizarse—. Maddie tenía muchas lesiones internas y ha sufrido dos paradas en el quirófano.

—No, por favor... —murmuró Eli a mi lado.

Agarré su mano con fuerza esperando la peor noticia de todas.

—Las próximas 24 horas serán cruciales para Maddie.

—Espere, ¿me está diciendo que está viva?

—Ahora mismo está conectada al respirador y los riesgos de infección son muy elevados, pero sí, está viva.

Solté todo el aire que tenía retenido en los pulmones y abracé a Eli con fuerza.

—Gracias a dios —sollozó Eli—. Que no se la lleve, Carlos.

—Nuestra niña es muy fuerte, Eli. —Miré al médico—. ¿Podemos verla?

—Claro, pero tengan en cuenta que la van a ver con muchos cables. —Asentimos los dos a la vez—. Vengan conmigo.

Seguidos al doctor por un largo pasillo hasta llegar a la UCI. Nos pusimos una bata, unos guantes y una mascarilla antes de entrar y nos llevó hasta el box donde se encontraba Maddie.

Un tubo le salía de la boca y tenía tantos cables por el cuerpo que no sabía de dónde salía cada uno.

Eli cogió una silla y se sentó a su lado para agarrarle la mano. Me acerqué a ella y apoyé mis manos en sus hombros.

—¿Cómo va a querer luchar después de todo lo que le ha pasado, Carlos? —me preguntó mi mujer—. ¿Cómo va a querer volver a un mundo tan horrible?

Coloqué mi mano sobre la suya y suspiré. Solo ella sabía lo que le había pasado y solo ella podía decidir.

—Lo superará, Eli. Solo hay que tener fe.


NARRA MADDIE

Las voces eran cada vez más lejanas y empezaba a sentir mi cuerpo cada vez más ligero.

¿Esta era la sensación que iba a sentir siempre? ¿Tan agradable y confortable?

—¿Hola? —hablé, pero no recibí respuesta—. ¿Esto es el cielo?

Di una vuelta sobre mí esperando algún tipo de respuesta.

—Esto será lo que tu quieras, Maddie. Si te quedas aquí, no volverás a sentir ningún tipo de dolor ni sufrimiento.

—¿Quién eres? —pregunté asustada.

—Eso da igual, Maddie. ¿Lo sientes? Es tan agradable.

—No siento nada.

—Eso es, nada.

Miré a todos lados deseando saber de dónde venía la voz.

—No quiero dejar de sentir.

—¿Por qué no, Maddie? Sé por todo lo que has pasado... —susurró—. He visto todo lo que te ha hecho ese hombre...

Tragué.

—Sí, Maddie. Lo hemos visto... —susurró otra voz.

—Eso es imposible.

—Nada es imposible aquí, Maddie Smith. Todo lo que quieres, todo lo que deseas...

—Todo se hará realidad... —añadió la otra voz.

Salir con vida (EDICIÓN 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora