Capítulo 10

962 137 21
                                    

Narra Pilar

Escuché como la puerta se abría.

¡Hola mamá!-- gritaron mis hijos

Yo sonreí mientras ponía el plato sobre la mesa.

Ya estaba mejor y sin duda había asimilado lo de mi hermano.

O eso creo.

Hola chicos, ¡ya está la comida!-- les respondí

¡¡Comida!!-- gritó Alan y apareció en el salón.

Ey no, no sé come aún.-- le dije al ver que se metió una patata en la boca.

Pa-ta-ta-ta.-- respondió

Yo rodé los ojos sonriendo.

Hola mamá, ¿estás mejor?-- habló Ari

Si-- contesté.

Ella sonrió o por lo menos eso intentó.

Nos sentamos todos sobre la mesa y empezamos a comer.

Y eso dibujé yo.-- explicaba Alan

Que lindo dibujo.-- le dije a nuestro pintor de la casa

La que nos montó el otro día con la pared...Purre estuvo enojado por horas.

Él me dedico una pequeña sonrisa y yo me encogí de amor.

Más bonito no podía ser.

Miré a Ari y suspiré.

¿Al final va a venir tu amigo para practicar con la guitarra?-- pregunté para sacarla de sus pensamientos

¿Amigo?-- dijo

Si, ¿se llamaba Blake no?-- seguí

Oh, ¡es verdad!-- exclamó

¿Bake?-- preguntó Alan

Blake-- repitió Ari

¿Es tu novio?-- volvió a preguntar

¡No! Sos un pesado con que tengo novio, ¿qué pasa vos tenes novia?-- le respondió Ari

Noooo, yo no quero novia. Yo estaré sotero-- contestó

¿Soltero?-- hablé y él asintió

Sotero-- repitió

Si vamos, solterón...-- dijo Ariadna rodando los ojos.

Alan frunció su pequeño ceño sin entender.

Cuando terminamos de comer me ayudaron a recoger la mesa.

Estábamos en la cocina los tres hablando, cuando escuché de fondo el sonido de la llave girando la cerradura.

A los pocos segundos Purre apareció.

Hola amor-- dije al verle

Él me miró. Nos miró uno por uno con sumo detalle sin ninguna expresión.

¡Papiii!-- exclamó Alan y estiró los brazos para que cuando se acercara hacia nosotros, él lo levantara en brazos.

Pero no se movió, no reaccionó.

Se quedó allí quieto sin expresión alguna. 

Tragó saliva, agachó la cabeza y se marchó escaleras arriba.

¿Pero qué demonios?

Ariadna me miró sin entender nada.

¿Hice algo mal?-- preguntó Alan con un puchero

Mamá, te lo prometoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora