Capítulo 23

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Narra Pilar

Me subí al auto y arranqué el motor.

Con las manos temblorosas tomé el volante y volví a la carretera.

"El tiempo se acaba para ti y para Purre"-- se repetía la voz de mi hermano en mi cabeza.

Empecé a respirar rápidamente y vi por el retrovisor como un auto a toda velocidad pasaba por mi lado.

"Ariadna y Alan se van a tener que acostumbrar a estar solos"-- seguía su voz.

No-- dije en alto y apreté el volante con ambas manos.

Pisé más rápido el acelerador y sentí como la ira recorría cada extremidad de mi cuerpo.

Había vuelto para destrozarme la vida otra vez.

"Mira bien por donde conduzcas, no vayas a ocasionar un accidente"-- escuché de nuevo su voz.

Y cuando noté que ya no veía más allá de mis lágrimas, pegué un frenazo.

¡La puta madre! Pinche boluda, me queres matar o que carajos te ocurre!-- gritaba una señora que pasaba por un paso de cebra.

Casi sin respiración, intenté responderla, pero no pude.

Cuando se apartó, avancé lentamente.

No me acordaba cuando había llegado a la ciudad, ni cuando estaba a dos casas de la mía.

Al aparcar el auto, apoyé mi cabeza sobre el respaldo del asiento.

¿Por qué de nuevo esto?

Primero el cáncer de Purre y ahora el pirado de mi hermano.

Suspiré hondo sin conseguir nada y me bajé del auto para entrar en casa.

Al girar las llaves, escuché de lejos como Alan corría por la casa.

¡¡Mami!!-- gritó al asomarse por la puerta y verme.

Salió corriendo y me abrazó las piernas.

Entonces me eché a llorar de nuevo.

¿Mami?-- dijo desde abajo levantando su cabezita, yo me puse de rodillas para abrazarle.

Te quiero mucho mi niño.-- le dije acariciandole la cabeza.

Yo tamben te quero-- me respondió-- Pero no llores, no te pongas trite. Si es porque me he portado mal, lo siento.

Me reí por su intento de ponerme feliz y negué aún abrazándole.

No es tu culpa.-- le contesté y me levanté con él en brazos.

¿Alan que hiciste con mi zapatilla?-- preguntó Purre apareciendo por las escaleras-- Ey amor es...¿estás llorando?

Negué con la cabeza, pero obviamente sabía que no se iba a creer esa negativa

Está trite.-- contestó Alan por mi.

Purré bajó los últimos escalones y me intentó analizar con la mirada.

Agarró a Alan y le dijo algo al oído que al dejarle en el suelo salió disparado de allá.

Le seguí con la mirada.

¿A dónde fuiste Pili?-- me preguntó Purre sin darle muchas vueltas.

A ver a mi hermano.-- respondí y le miré esta vez.

¿Fuiste a ver a tu hermano vos sola?-- volvió a preguntar con demasiada calma.

Yo asentí con la cabeza.

Joder Pilar, te dije mil veces que no quería que fueses vos sola a verle y vas y es lo primero que haces.-- dijo levantando la voz.

Él me pidió que fuese sola Purre-- le contesté-- Pero lo importante ahora no es si fuí sola o no.

Se pasó una mano por el pelo y me pidió que le contara que había pasado.

Y se lo conté. Le dije cada palabra que me había dicho, mientras él sólo me escuchaba y veía en su mirada cansada que esto le venía tan grande como a mi.

Se sentó en las escaleras y yo le acompañé.

Ahora mismo no sé que decir.-- habló.

No digamos nada mejor.-- contesté.

Apoyé mi cabeza en su hombro y los dos nos quedamos en silencio.

Quizás, ese silencio se iba ha hacer más habitual dentro de poco.

********************

Narra Ariadna

Oye, escucha lo que tengo que decir.-- empecé mirándole fijamente.

Ya no me quedan ganas de mentirte para no llorar, yo sé que ya es muy tarde pero...--seguí.

Oye, todo es cuestión de tiempo, ahora estoy bien.-- cantó él y sonrió de lado.

Entonces ahí me di cuenta de que esta canción, representaba demasiado bien lo que pasaba en estos momentos.

Aún me quedan ganas de dejar mi besos en tu piel, quererte no fue un error y ahora lo sé.-- dijo cambiando la letra.

Yo le sonreí y cantamos juntos el estribillo...

Dejó de tocar la guitarra, tomó el micrófono y se acercó a mí.

Conmigo siempre vas a estar mejor, no intentes con un dedo venir a tapar el Sol.-- cantó al lado mía y me dio una vuelta.

No intentes ser más fuerte que la paz y que el amor, porque este amor no está perdido, tú ya sabes que este amor nos encontró.-- continuó y juntó nuestras frentes.

Por miedo a quererte y vivir solamente, pensándote más sin saber con quién estás, yo ya no te sé querer, maldita inseguridad--

Por miedo a quererte y no ser suficiente, la velocidad, tengo que dejarte atrás, tantas ganas de volver, tantas ganas de llorar.-- cantó

Como te enloqueces por una persona, si ya van tres meses y tú no reaccionaras.-- le respondí.

(***)

Y así fue toda la canción, una guerra de miradas y de sentimientos.

Nunca llegamos a mirar al público, sólo estábamos él y yo.

Terminamos bastante cerca y nos mirábamos los dos con la misma intensidad.

Yo le sonreí nerviosa y él me acarició con el dedo la mejilla.

Por fin puedo hacer esto.-- me susurró entre el silencio de la sala que aún no había empezado a aplaudir.

Y antes de que yo pudiera decir nada, nuestros labios ya estaban unidos como si encajaran dos piezas de un puzzle.

Tardé en reaccionar, le pasé una mano por detrás de la nuca y le respondí el beso.

Entonces lo sentí en todo mi cuerpo.

Era él, siempre había sido él.

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Buen Sábado amores!

Ya he vuelto de Roma y como prometí he actualizado.

Y siiii, por fin se han besado!!! Pero...no todo es tan bonito como parece 😈

Para más darle a la 🌟y comentar!!

Besos💋

Mamá, te lo prometoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora