D&H juntos - la magia no es tan asombrosa.

Capitulo #3 El inicio

CORREGIDO!

Hermione no quiso prestarle atención a ningún comentario de Malfoy, porque como toda serpiente, él solo se preocupaba por expulsar veneno hiriendo sin contemplaciones.

La castaña vio a lo lejos a sus amigos, que se acercaban a pasos agigantados para abrazarla.

-Hermione, te extrañamos mucho –decía el de anteojos, mientras la abrazaba junto con el pelirrojo –pero que guapa estas hermanita.

-Déjame verte –comentaba Ron y Harry observándola.

-Es cierto, solo mírate. Estos tres meses te sentaron muy bien.

-Ay chicos, ya basta. –decía la castaña ruborizada por los halagos.

Hermione realmente ya gozaba de esa figura atractiva desde antes de la vacaciones, solo que sus amigos no lo habían notado. Su rasgo más distintivo se transformó en una cascada de hermosos risos ondeando al viento.

-Bueno, mejor vamos antes de que no encontremos algún vagón para ocupar.

-Hermione, ¿Qué te decía, Malfoy? –interrogó el pelirrojo, con un tono de celos.

-Mmm... Nada, Ron. Ya sabes cómo es Malfoy, siempre queriendo molestar.

-Sí, pero con todo lo que hizo, Harry por él y su madre, me sorprende que no haya cambiado.

-Ron, es un Malfoy. No va cambiar, nunca lo hará –Interrumpió el de anteojos –chicos, ya dejemos de hablar de Malfoy y mejor nos cuentas de tus vacaciones, Hermione.

La castaña quedo petrificada. Sabía que en algún momento les tendría que contar la verdad que ella quería olvidar, pero no sería ese el día ni el momento así, que se limitó a contar lo que había sido sus vacaciones, evitando ciertos detalles.

-Bueno, no hice gran cosa; visité la biblioteca, leí un par de libros y los más importante, compartí con mis padres.

-¿Solo eso? –preguntaron al unísono el pelirrojo y el azabache.

-Saben que no hago gran cosa, prefiero descansar y leer.

-Ron, ¿Tú qué hiciste de divertido? Espero que no te la hayas pasado todas la vacaciones sacando los gnomos del jardín –preguntaba el pelinegro en tono divertido.

-Harry no te burles... Y pues alguien tenía que hacerlo –afirmaba de esa manera Ron.

-La castaña y el de anteojos rieron al unísono, por la expresión de Ron.

-¡Ya! Déjenme. –avisó Ron con falso enojo.

-¿Y tú, Harry? cuéntanos. –habló Hermione.

En ese momento, Draco Malfoy pasaba por el vagón donde se encontraba el trío dorado. Algo de cuestionar en él, a sabiendas que evitaba como la peste acercarse a la zona Gryffindor. Siempre permaneciendo con los de su casa, en especial con sus amigos o mejor dicho sus sirvientes: Crabbe, Goyle y Blaise pero Zabini era el único a quien le tenía un poco de confianza y era capaz de contarle ciertas cosas que a nadie más le diría.

Draco se queda observando fijamente a una persona en especial, dentro del vagón.

-¿Por qué tengo que ser el niñero de esa? –Se pregunta así mismo en voz alta –pero si no lo hago sé, que me puede ir muy mal, mi tía no se va con juegos. Pobre de la rata de biblioteca la compadezco por la madre que le tocó.

Draco de su tía solo había conocido lo peor, creyendo así, que ha Hermione la trataría como normalmente trataba al resto... o peor.

-Mmm... Ahora que lo noto, la rata de biblioteca no está nada mal, sí que ha cambiado, no estaría de más llevarla a mi habitación.