Capitulo #6 Previsible

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CORREGIDO!



Reaccionando poco después, absortos por la escena tan inverosímil entre ambos, Draco le da la espalda y dedicándole una breve mirada por sobre el hombro, se marcha. Hermione agitada y sin atreverse a pestañear, lo observa alejarse, desapareciendo en la oscuridad que inundaba los pasillos.

De camino a la torre, Hermione pensaba en lo ocurrido apenas unos instantes. No podía creer lo que había pasado con Malfoy, ¡había besado a Malfoy! la persona que por años la había tratado tan mal, hasta hacerla llorar con sus hirientes palabras; a la persona que no siente compasión por nadie más que por sí mismo. Qué otra cosa le deparaba ese último año que no hacía más que empezar. Claramente no tenía poder en ello, pero con el reciente "percance" con Malfoy, se encargaría de que nunca nadie lo supiese.

Susurra la contraseña al cuadro he inmediatamente se aparta, dejando ver en su interior la bella decoración de la sala común; mucho más lujosa que la de años anteriores. Esta era definitivamente cálida, con los colores de las cuatro casas asomándose en las paredes, pero sin detenerse en apreciar con más detalle a causa del agotamiento, sube las escaleras hasta la puerta que reza su nombre y arrastrando los pies con el cansancio reflejado en su rostro, se deja caer en aquellas sabanas tan suaves para luego entregarse a un sueño intranquilo.

La luz de la mañana se asoma por la ventana de la habitación de Hermione, quien frenética corría de un lado al otro. Se le había hecho un poco tarde así, que se arreglaría para ir directo a clases; peinando su cabello formando ondas más ordenadas, toma sus libros para dejar la torre. Deseando que el día no terminara peor de lo que ya estaba previsto, no estaba preparada para todo lo que se avecinaba. Solo se dedicó a dar largas respiraciones profundas encomendándose a Merlín.

En el gran comedor estaban todos desayunando para iniciar las clases y en la mesa de los leones, Ron miraba a todos lados tratando de ver a la castaña que aún no se encontraba con ellos, mientras que en la mesa de las serpientes estaba el hurón impaciente de no ver a la molesta sabelotodo en su lugar.

-Niña tonta, ¿Dónde andarás metida? –Impaciente, Susurraba para sí, Draco Malfoy.

-¿Decías algo, amigo? –cuestiona, Blaise.

-Nada y tú qué haces mirando tanto a la mesa de los tarados, ¿se te perdió algo?

-No todavía –sonríe con picardía el moreno –pero buscaba a Granger, que raro que no está con sus amigos.

-¿Y para qué buscas a la ratona de biblioteca? –molesto, termina casi gritando.

-Amigo, te dije que tengo que planes con ella –decía Blaise, saboreando su labio inferior y con mirada maliciosa.

-¿Acaso te golpeo el sauce recientemente?

-Amigo, amigo –moviendo la cabeza de un lado a otro –eso de los prejuicios sabes que no es lo mío, solo me basta que se vea como Granger lo hace para que lo demás termine sobrando. La sangre, ¿quién se fija en eso ahora? ella es una heroína del mundo mágico ¡es famosa! estar con Granger es tener fama también, a nadie ya le importa que sea un sangre sucia y mucho menos me tiene que importar a mí.

-¿De qué tanto hablan ustedes dos? –interrumpe esta vez Pansy, intrigada por el cuchicheo que Draco y Blaise provocaban. Recibiendo como respuesta el absoluto silencio, se encoge de hombros –Como quieran, pero andando que ya es tarde.

Draco quedó pensativo con los comentarios de su amigo. Acaso... tendría qué proteger a Granger de su mejor amigo.

"Zabini solo alardea, no creo que se atreva a meterse con ella... pero si está tan convencido de querer acostarse con ella creyendo que es una sangre sucia cuando se entere de que no lo es, puede que tenga aún más interés"

Draco Alejó los pensamientos que abundaban en ese momento.

Las serpientes ya se encontraban en el aula de pociones, junto con los leones y águilas esperando al profesor Horace. Pero Draco, Harry y Ron esperaban a alguien más que al profesor. Y por la puerta aparece la castaña con respiración agitada. Hermione se fija en el rubio quien también la observaba, provocándole un cosquilleo electrizante que la recorre completa, voltea rápidamente buscando a sus amigos cuando escucha el regaño de preocupación por parte de un azabache.

-Hermione Jean Granger, ¿en dónde estabas? estábamos preocupados por ti, jamás llegas tarde a clases –todas las miradas se dirigieron al grupo.

-Harry, baja la voz –decía la ojimiel apenada, dándole una mirada severa –estoy bien, solo me quede dormida eso fue todo –tratando de calmar a un preocupado Harry Potter.

-Hermione compréndenos, nos preocupaste, porque no es usual en ti, llegar tarde a clases y menos el primer día –interviniendo el pelirrojo, calmando a sus dos alterados amigos.

-Lo sé, lo siento –les dedicó una sonrisa, la sonrisa inocente que Hermione perfecciono para volverse la debilidad de su dos tozudos amigos. Porque cuando la fuerza no parecía funcionar en ellos, la ternura era todo lo contrario.

-Está bien –dijo Harry.

-Pero prométenos que no nos volverás asustar de esa manera.

-No lo volveré hacer, ¿contentos?

-Mejor, si –afirmaba el azabache.

-Señorita Granger, por favor tome asiento que vamos a comenzar –indicó el profesor, entrando al aula.

Hermione asiente colocándose junto a Harry.

-Muy bien, hoy prepararemos una poción que la mayoría de ustedes conocen –procede escribiendo en la pizarra –Veritaserum o poción de la verdad. Es una poción muy poderosa, quien beba solo tres gotas de este elipsis estaría revelando sus más profundos secretos. Como saben, su uso solo es controlado por el Ministerio. La preparación es un poco complicada por lo que será asignada en parejas.

-Eres muy buena en pociones, Hermione –habló Harry –Ni creas que te voy a dejar ir.

-No pensaba dejarte.

Ron y Neville se miraron mutuamente asintiendo ambos al mismo tiempo.

Todos quedaron sumidos en sus libros contemplando la cantidad de ingredientes que la poción requería. La castaña conocía en donde se encontraba la infinidad de ingredientes para la poción pero dudosa de si conscientemente, el profesor los enviaría a ese lugar por los ingredientes se decide a salir de dudas.

-Profesor, pero estos ingredientes se encuentran en el bosque prohibido.

-Efectivamente Srta. Granger, por eso también sugerí que fuese en parejas.

-¿Debemos ir a ese lugar? –pregunta Ginny no muy complacida con la idea.

-Así es, Srta. Weasley.

No había opción alguna, tendrían que ir. Pareja por pareja acordaban una hora adecuada para ir en busca de los ingredientes.

-¡oh! Srta. Black –Habló Horace, mirando en dirección a Hermione –disculpe, es que aún no me acostumbro a su nuevo apellido, pero si se me fue notificado desde muy temprano –culmina, dando toda la atención a los pergaminos en su mano, sin tener la más mínima idea del horror que acaba de desatar.

Hermione quedo helada a la sola mención de aquel apellido que al parecer ya acompañaba a su nombre. Aun sabiendo que eso ocurriría en cualquier momento, sus ojos mostraban sorpresa y nadie entendía a qué se refería el profesor, después de haber sido muy claro en sus palabras.

La confusión en el rostro de Harry y Ron prometía no ser eterna y Draco sabía que en ese momento habría una fuerte confrontación entre Granger y sus amigos exigiendo explicaciones.

D&H juntos - la magia no es tan asombrosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora