Capitulo #12 El compromiso "parte I"

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¡CORREGIDO!


Hermione no sabía si reír o enojarse. Su rostro se encontraba inexpresivo y unos segundos después desbordaba la intriga.

"Acaso, Malfoy... se habría vuelto loco"

-No es necesario que respondas. Quieras o no, así será. –Sonrió malignamente, al ver el efecto que había causado sus palabras.

Abre la boca para protestar, pero decide mejor guardar silencio.

Definitivamente la poca cordura del rubio se encontraba lejos de él y sin un retorno no muy cercano.

-Estaré esperando por ti. Esta noche; Nueve en punto. –Suspiró con fastidio. –Viste formal. –Concluyó.

El resto de la mañana y parte de la tarde, transcurrieron sin ningún contratiempo.

Harry, Ron, Hermione y Neville, lograban acordar un día y una hora adecuada para finalmente lograr ir por los ingredientes de la poción. Esa tarde sería imposible. El viento azotaba a diestra y siniestra con tanta fuerza, que amenazaba con desprender el Sauce Boxeador desde la raíz. Se acercaba una gran tormenta.

-¿Todos de acuerdo? –preguntó el de anteojos.

-Pues...si, supongo. –Dijo Neville temeroso. No le gustaba para nada el tener que ir al bosque prohibido, y no se molestó en ocultarlo con unas manos temblorosas.

-No te preocupe, Neville. Si logramos ir a horas de la mañana, no correremos peligro alguno.

Neville tragó en seco.

-Tranquilo, nada pasara. –habló Ron, tratando de calmar a su compañero, sin lograr obtener éxito.

Y así finalizo aquella conversación: con un Harry divertido por la actitud de un Neville muy asustado; con un Ron nada preocupado y una Hermione sin la menor idea de que estaban hablando sus amigos. Sus pensamientos muy alejados de la conversación y más entornados, en sí, era conveniente llegar al encuentro o hacer de cuenta que no escucho nada. Pero era tonto, si había escuchado perfectamente la demanda de Malfoy. Ya solo faltaban dos horas cuando mucho.

Hermione había eludido la "conversación" con sus amigos, en la cual no intervino, persuadiéndolos de que tenía deberes pendientes y así, retirarse para permitir a su mente, divagar con más libertad. Sentada a un lado de la cama, comenzaba a juzgarse a sí misma, por lo que finalmente había decidido

En la torre, todo se encontraba en silencio. El reloj marcaba las nueve con quince y como lo había asegurado, Malfoy, se encontraba en la sala común, esperando con suma impaciencia a la castaña, que no daba señal de haber accedido, a lo que claramente, se trataba de una orden impuesta más que una invitación.

-Por su bien, espero que no se haya negado. –Decía el rubio con molestia. A punto de subir los escalones y derribar la puerta de la habitación.

-¿Nos vamos? –Silenciosamente se había posicionado detrás del rubio. Quien encolerizado no se percató. Sorprendiéndose no solo de que la castaña hubiese aparecido, de un momento a otro, sino también, por la belleza que desbordaba la chica. Los ojos de Draco yacían fuera de órbita al ver a una hermosa Hermione parada frente a él.

Malfoy no le había proporcionado mucha información, tan solo "viste formal" fueron sus últimas palabras; dedujo que debía ser una reunión muy elegante y elegante no describía lo bien arreglada que ella se encontraba. Su cuerpo era cubierto por un bello vestido blanco hasta los tobillos, que acentuaba su figura a la perfección; tacones altos, un maquillaje ligero que la hacía lucir fresca y su cabello suelto con ondas muy bien definidas. La mandíbula del rubio, junto con sus ojos, saldría de su lugar, si no se controlaba.

D&H juntos - la magia no es tan asombrosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora