Disfruten su lectura. (^-^)/
Mi Clan, el Clan Kurosaki.
Divido en tres ramas importantes, cada una realizando sus deberes y ayudando a la fortaleza del clan mísmo.
La familia principal : Conocedora de toda técina secreta en el clan, poseedores del Pergamino Dragón e invocadores de dragones.
La familia silenciosa : Empleadores de jutsus de sigilo y silencio, especializados en genjutsus que engalaban cruelmente al enemigo, conformaban gran parte del Ambu en la villa.
La familia defensiva : Shinobis con entrenamiento altamente secreto y una resistencia abasalladora, usuarios del taijutsu y algunos otros jutsus de elemento fuego.
La Villa Oculta de la Flama, el lugar donde mis antepasados vieron un futuro prospero y pacífico, un lugar donde se podían acentarse y crear su propio camino para que sus desendientes vivierán con orgullo y pelearán por sus destinos.
El líder y cabeza del clan, Ichigo Kurosaki, un hombre que caminaba con la frente en alto y no bajaba la mirada ni ante el más fuerte enemigo, mi padre.
Su esposa, Kotoko Yajima, una mujer de carácter alegre y vivasidad extraordinaria, capaz de mostrar misericordia a todo aquel que sea medecedora de ella, mi madre.
Recuerdos tan sangrientos no deberían pertenecer a una niña de 9 años, pensé, soltando un pequeño suspiro de nóstalgia.
Sacudí la cabeza, aullentando todos esos pensamientos y mire a mi Maestro, tratando de seguir adelante y dejar el pasado atrás, intentando también de no olvidarlo por completo.
- Nekoto.-Majou-sama me llamó por el alias que el me había puesto hace algo de tiempo.- Ya hemos llegado.-Hizo una breve pausa antes de continuar.- Recuerda que las promesas son algo sagrado que se cumple, es irrompible.
Majou-sama había aceptado ser mi maestro desde hace ya 1 año y medio. Le tenía cariño a pesar de que él no parecía mostrar mucho afecto hacía mi, su personalidad podía ser un poco distorcionada a veces, pero el me enseñaba muchas cosas, él solo castigaba a quienes se portaban mal, era otra de las razones por la que no le desobedecía. El me llamaba Nekoto porque el solía decir que era como un gato, no me molestaba, pero jamás me llamó por mi nombre.
Asentí en su dirección en respuesta y comenzamos a caminar para adentrarnos en la aldea.
Mientras caminabamos, no pide evitar pensar en una vez en la que Majou-sama y yo viajabamos sin un rumbo fijo a alguna parte.
Majou-sama y yo descansabamos en el claro de un bosque; el sol extendía sus rayos del sol desde su punto más alto, indicando el medio día; el cielo azul pintaba un claro color celeste y las nubes colaboraban con su color blanco esponjoso; la brisa cálida del verano se sentía bien en la piel y el césped bajo mi cuerpo era suave y bastante verde. Mis ojos se encontraban cerrados, escuchando los ligeros cantos de los gorriones a lo lejos entre los árboles del bosque. Majou-sama miraba el cielo tratando de encontrar formas a las nubes.
-Nekoto-Llamó él, con esa voz amable que resonaba por todo mi sistema auditivo. Abrí los ojos y voltee para mirarlo.-Te dire un secreto, -Dijo él, mirando las nubes con interés.- cuando enfrentes al enemigo, no importa que pasé, jamás les dejes ver lo que sucede dentro de tu mente. A nadie.
Asentí levemente desconcertada y lo dos nos volvimos para mirar el cielo de nuevo. El pensamiento de que momentos -como estos con el Maestro- eran agradables, no dejó mi mente por un largo tiempo.
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Hija De Una Luna Sangrienta[Editada]
Fanfiction¿Muchas veces me pregunté si esta es mi realidad o un sueño del cual debó despertar? No lamento lo que hice o me arrepiento de mis acciones, creo que fue lo correcto. Admito que varias veces perdí el control, pero solo ocurrió cuando el dolor era de...