2.13

2.7K 179 45
                                    

Han pasado dos horas de camino y justo en este momento nos sujetan las muñecas con lo que parecen ser cuerdas y nos vendan los ojos para no saber hacia dónde vamos. Aún que de cualquier manera es inútil en una noche tan oscura como esta.

Podría decir que el cielo se ha puesto de acuerdo con esta noche para convertirse en el escenario perfecto para morir.

Mis sentidos auditivos se activan al instante al ver negro, mis manos tiemblan con descontrol cuando el coche frena de golpe y chocó con el respaldo del asiento frente a mi.

Escucho atentamente cuando las puertas del auto son abiertas y somos sacados de este con descuido.

Cuando estoy por salir, la puerta es cerrada con mi pie izquierdo aún dentro.

Un grito agudo sale con fuerza de mi garganta erizando mi propia piel.

-¡CAMILLE!- La voz aterrada de Harry corta mi lamento e increiblemente me calienta un poco el cuerpo por que se que no estoy sola en esto, lo tengo a el.

-¡Estoy bien Harry!- Suelto tratando de sonar lo más tranquila que la circunstancia me lo permite pero mi pie se siente como si estuviera en llamas, probablemente se rompieron los dedos.

Sin poder apoyarme con los dos pies soy arrastrada a dónde quiera que estemos pero en la piel de mis plantas puedo sentir algún tipo de piso terroso con hierbas en el. Nos llevan durante diez minutos hasta que mis pies vuelven a hacer contacto con el piso pero esta vez es un piso estable, sin irregularidades ni pasto.

El ambiente dentro de este espacio es húmedo y frío, los ruidos fuertes que hacen sus pisadas solo ayudan a aumentar los escalofríos por todo mi cuerpo.

Una puerta es abierta y de la nada soy arrojada al piso frio que deduzco es madera cuando trazo con mis manos la superficie. Por suerte soy tirada de mi lado derecho.

La venda en mi rostro es jalada con fuerza y mis ojos se rinden ante la luz, parpadeo un par de veces y enfoco mi vista en los hombres frente a nosotro que después de unos minutos se alejan sin indicación alguna y detrás de ellos la puerta es azotada cerrando nuestro contacto con la libertad.

-¡Harry! ¡¿Dónde estamos?!-

Observo todo a mi paso, estudio la pequeña habitación donde no hay absolutamente nada más que una silla y una mesa, ambas de madera. Cuando me giro frente al rostro de Harry, me doy cuenta que su mirada está en mi pie que se ha vuelto morado con un poco de sangre y suciedad de la tierra pegada en el.

-¡¿Qué le ha pasado a tu pie?!- Hay preocupación pura reflejada en sus ojos.

-La puerta me ha dado en el- Respondo con una sonrisa forzada en mis labios para que no lo tome tan enserio.

-¡Esto es mi puta culpa! ¡Si tan solo te hubiera dejado vestirte y usar zapatos como las personas normales esto no estaría pasando! ¡Podría haber dicho que eras la chica que hace la limpieza o la cocinera!- Aprieta sus párpados como si quisiera pensar que esto es un sueño y puede despertar en cualquier momento.

-Harry ahora mismo deberíamos de enfocarnos en como salir de aquí en vez de culparnos por lo que pudo haber sido- Lo tranquilizó.

Los minutos pasan y cuando el silencio es asfixiante Harry lo corta de tajo.

-Creo saber quien esta detrás de todo esto y por qué-

-¿Quién es?-

-Tiene que ser el...- Se habla a sí mismo pero lo detengo.

-Explicame por favor-

-Estoy seguro que este tipo trabaja para otro tipo que está involucrado con La Bratva- Se detiene un momento como si quisiera que procesara esa información.

LUXURY H.S #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora