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-¿Estas bien? Luces palida- Los latidos de mi corazón amortiguan las voces a mi alrededor.

-Camille- Mi brazo es agitado por una mano, mi cuello gira en dirección a la persona que trata de llamar mi atención y la miro con ojos desorbitados.

-¿Qué te sucede? ¿Te sientes mal?- Cuando logró distinguir el rostro de Amber y escuchar sus preguntas con claridad, vuelvo mi mirada para ver en la lejanía esa espalda que solo la he visto en mis sueños desde hace un año pero solo encuentro a un grupo de hombres mayores conversando animadamente y Harry no está por ningún lugar.

Miro por todos lados pero el no está.

¿Acaso lo imaginé? ¿Estoy delirando?

La presión en mis hombros fue como acero en caída libre desde que Bethany me hablo de Harry teniendo el conocimiento de mi ubicación.

-¿Qué sucede?- Los rasgos de Amber se distorsionan en confusión y un preocupación.

-Camille... ¿Quieres que le de aviso a Sebastian de tu malestar e ir a casa?-

-Ahí estaba el...-

-¿Quién? Me estas asustando, mírame por favor- Sus palabras me devuelven a la realidad alarmando mi mente. Me recompongo al instante.

-No es nada. Creí haber visto a mi ex- Digo con diversión fingida en mi voz al mismo tiempo que sonrió mirando su rostro para no asustarla por mi reacción.

-Menos mal. Me pondría así o peor que tu si lo hiciera también- Su risa a continuación es autentica aún que sus ojos me miran extrañada y con razón. La reacción que tuve no es normal en ningún caso a menos que sea extremo como el mío.

Podrían acusarme de secuestro por tener al bebé conmigo sin haberle dicho al padre sobre su existencia.

-¿Realmente estas bien?- Las manos de Amber sostienen mis hombros frente a mi tratando de ver dentro de mis ojos.

-En realidad no, dile a Sebastian que tuve una emergencia con Nicky para que no se moleste tanto por algo tan insignificante como un dolor de cabeza- Sonrio con cansancio.

-Sabía que era un malestar- Dice mi amiga sonriendome con cariño para girarme sobre mi eje y darme un leve empujón con sus palmas en mi espalda incitandome a escabullirse por la cocina, tomar mis cosas e irme a mi casa a descansar.

-Voy a invitarte el desayuno en ese restaurante caro de la calle Frays- Alcanzó a informarle sobre mi hombro como una ofrenda de agradecimiento.

-¡Hecho!- Su grito cubre mi espalda y con rapidez entró a la cocina para tomar mis cosas y largarme cuanto antes de aquí.

-El llevaba el cabello corto... es imposible- murmuró mientras salgo por la puerta trasera de la galería.

Mi mente esta procesando lo que acabo de ver cuestionando mi integridad y mi estado mental, mientras paso por el largo callejón con el suelo mojado por la leve llovizna. Es ahí cuando rudas manos golpean mi espalda con dureza empujando mi cuerpo y rostro a la pared de ladrillos más cercana a mi.

El miedo y la adrenalina estalla en mi sistema. Estoy apunto de ser saqueada, pienso pero lo que viene es mucho peor.

-Boo- Un susurro de aliento caliente en mi oreja pone la piel de gallina en mi cuello.

Entonces mi cuerpo es girado con demasiada brusquedad poniéndome frente a mi atacante. Ojos verdes, piel bronceada y una sonrisa lobuna entran en mi campo de visión.

-Sorpresa perra-

Estoy sudando en frío mientras veo el rostro frente a mi sin poder salir de mi incredulidad, sorpresa y terror.

-No tienes idea de el tiempo que lleve sin dormir por estar buscando algún rastro de ti para que finalmente tuviera tu paradero justo frente a mi jodida nariz- Toma mi rostro por las mejillas apretando con su dedo pulgar en un extremo y su dedo índice en el otro, para después remarcar sus palabras pasando su nariz pegada a mi rostro oliendo mi piel.

-S-Sueltame o voy a g-gritar- Mi voz no suena como mía.

-¿Vas a gritar?- Su rostro se aleja unos centímetros para poder verme.

-Pero si aquí no hay ni una alma- Su afirmacion me hiela la sangre cuando miro mi entorno confirmando sus palabras. Esta desertico y es ahí cuando noto a los dos hombres grandes y masizos vestidos de traje detrás de Harry.

-Metanla al auto- No logro ver sus rostros cuando dos pares de grandes manos toman mis piernas y torso mientras pataleo y grito sin control.

Soy arrojada dentro del auto sin cuidado y con rapidez me incorporó para poder abrir la puerta a mi izquierda mientras Harry entra del lado derecho.

-ven aqui- Dice estirando sus brazos tomando mi cintura para intentar sentarme en su regazo. El auto se pone en marcha.

-¡No me toques imbecil!- Suelta una carcajada logrando sentarme en sus piernas. Me retuerzo y sacudo tratando de alejar sus manos enredadas de mi cuerpo.

-¿No me extrañaste? Por que yo si. Te extrañe mucho, en especial ese coño tuyo tan apretado- Mi cuerpo se queda inerte. Sus labios besan el centro de mi espalda encima de mi vestido.

-En serio. Ninguna zorra con la que me acosté este año era tan apretada como tu-

La furia recorre mis venas sintiéndose como fuego en ellas.

Me sacudo con violencia poniendo todas mis fuerzas en mis movimientos para poder lograr que me suelte y lo hace lanzandome a su lado.

-¿Dónde esta tu patética casa?- Pregunta tanteando su chaqueta de traje para después sacar un cigarrillo del bolsillo.

Justo en ese momento me empapó de su imagen.

Su cabello es corto, su tez es bronceado y aun así puedo distinguir las enormes ojeras que tiene.

-Mírate, eres toda una mujer- Dice mirando mi rostro y mi cuerpo también. Miro sus labios con fijeza.

-Estas tan... madura-

-A donde Sr. Styles-

La voz del hombre que lleva el volante nos interrumpe sacandonos de nuestro trance.

-¿Dónde vives?- Pregunta Harry volviendo a emprender la tarea de prender su cigarrillo.

-No te lo diré nunca-

-Sabía que dirías eso- Dice soplando el humo en mi cara haciéndome toser.

-La primera a la izquierda Fred- Su voz contiene burla mientras observa mi rostro asustado.

El sabe donde vivo.

















LUXURY H.S #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora