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Yoongi había sido despertado por un agradable olor a café.

 La mañana era fresca gracias al diluvio de la noche anterior, los rayos del sol aun no hacían acto de presencia en la habitación del pálido cuando este decidió levantarse a seguir el agradable olor de la bebida que tanto amaba.

― ¡Buenos días hyung! ¿Cómo durmió? ― El bailarín se encontraba preparando el desayuno en la cocina.

― ¿Qué haces Hoseok? ― preguntó el pálido con voz ronca, aún seguía adormilado, con el cabello desordenado, los ojos hinchados  caminaba arrastrando los pies sin muchas ganas.

Que tierno se ve ― pensó el menor esbozando una sonrisa mientras lo miraba acercarse ― Estoy preparando el desayuno hyung, ya que usted ayer me ayudó, quería hacer algo para agradecérselo.

― No tenías que hacerlo niño ― se quejó el mayor mientras servía café en dos tazas y se sentaba en la mesa.

― Hyung ¿Usted siempre desayuna? ― cuestionó el menor mientras servía el omelet que había hecho en dos platos y los ponía en la mesa.

― Depende, a veces a Namjoon y a mí no nos alcanza para comprar mucha comida, por eso hay días que solo comemos en la universidad ― contestó mientras probaba el huevo y se deleitaba con el delicioso sabor de este ― ¡Hoseok esto está muy bueno! ―alabó el joven con la boca llena.

― Me alegra que le guste ― El más alto sonrió genuinamente mostrando sus pequeños hoyuelos ― Pero ¿no cree que es malo no comer bien? a diferencia de Namjoon hyung usted se ve muy delgado.

― Bueno es que Namjoon tiene a Jin, siempre que va a su casa termina con 5 kilos de más, en parte es bueno porque a veces trae comida acá y pues ya no tenemos que preocuparnos por un buen rato.

― Entonces si Namjoon hyung tiene a Jin hyung... ― el menor vaciló un poco ― ¡Usted me tendrá a mí!

― ¿D-de qué hablas niño? ― tartamudeó el mayor mientras su cara se coloreaba de un tono rojizo.

― Si hyung, de hoy en adelante usted subirá de peso cada vez que me vea ― aseguró el menor emocionado, a lo que Yoongi simplemente no contestó ― Hyung es usted muy lindo cuando se sonroja ― pensó el menor mientras veía como el pálido comía más rápido para disimular su sonrojo.

Después de eso los dos comieron tranquilamente sin hablar, simplemente disfrutando del momento lleno de paz en la compañía del otro.

Al poco rato se escuchó una llave entrar en la cerradura de la entrada.

― ¡Yoongi ya llegué! ― Un joven muy alto se hizo presente en compañía de un apuesto castaño a sus espaldas que cargaba una bolsa de plástico con diversos contenedores de comida.

― ¡Hola hyung! ― saludó alegremente el bailarín.

― ¿Hoseok? Hola ¿Qué haces aquí? ― Cuestionó el moreno mientras se quitaba los zapatos.

― Yo lo invité a quedarse ― soltó el pálido interrumpiendo cualquier cosa que el bailarín estuviera a punto de decir.

― ¿Tu? ¿De cuándo acá? ― cuestionó el más alto alzando una ceja.

El mayor solo puso sus ojos en blanco y siguió comiendo.

― Hola Hobi ― saludó el castaño mientras entraba a la cocina a acomodar la comida que llevaba.

***

Un joven de anchos hombros se encontraba preparando algo para cenar en la lujosa cocina de aquel cómodo departamento del cual era dueño.

¡Muy ruidoso! [SOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora