¡Muy ruidoso! [SOPE]

#14

― Odio todo esto ― sollozó el joven de morena tez que se aferraba a la cintura del pequeño chico de regordetas mejillas.

― Sáquelo todo hyung, estoy aquí para escucharlo ― consoló dulcemente Jimin mientras acariciaba los grisáceos cabellos del mayor.

El bronceado muchacho había aguantado todas las ganas de llorar y la furia que sentía durante el camino de regreso a su departamento, pero una vez que los jóvenes entraron al pequeño recinto, Namjoon se desplomó.

― ¿Puedes quedarte esta noche? ― susurró el mayor mientras intentaba retener sus lágrimas.

Jimin no lo pensó ni un momento y solo asintió mientras envolvía en un dulce y protector abrazo al moreno ― Todo estará bien hyung ― susurró mientras acariciaba la espalda del mayor.

Entre caricias, abrazos y dulces palabras, los dos jóvenes quedaron rendidos en aquel pequeño sillón de grises tonalidades.

***

― Buenos días Hoseok ― saludó Yoongi al ver que el menor se había despertado ― ¿Cómo te sientes? ― cuestionó mientras doblaba las sabanas que había ocupado.

― ¿Hyung? ― el muchacho hablaba aun adormecido ― Buenos días...

El pelirrojo se levantó de la cama mientras se quejaba del dolor de cabeza por la situación de la noche anterior.

― ¿Ya están despiertos? ― la tía de Hoseok había entrado repentinamente a la habitación con una amable sonrisa ― Buenos días chicos, espero que hayas dormido bien Yoongi.

― Si, muchas gracias ― contestó amablemente el joven haciendo una reverencia.

― ¿Y yo que tía? ― se quejó infantilmente el muchacho mientras se acercaba a abrazar a la mujer.

― Mejor cállate y metete a bañar niño que hueles horrible ― regañó la mujer en tono de broma haciendo reír al muchacho el cual comenzó a juguetear cariñosamente ― ¡Ya suéltame Hobi!

El mayor miraba con ternura aquella escena, ver a Hoseok con esa sonrisa hacía que se sintiera completamente feliz.

Y entonces recordó la noche anterior, en concreto aquel momento en el que estuvo a punto de profanar los inocentes labios del menor. Su corazón comenzó a latir desbocadamente y su pálido rostro se tornó en un rojo intenso.

― Ya deja de jugar y metete a bañar ― ordenó la mujer entre risas ― ¿No te da vergüenza? el pobre Yoongi tuvo que aguantar tu horrible olor toda la noche.

― Pero mi hyung así me ama ¿verdad? ― contestó el pelirrojo mientras corría a abrazar al mayor el cual no hallaba en donde esconder aquel evidente sonrojo.

― ¿Qu-que? Yo... ― balbuceó el pálido intentando controlar su acelerado corazón ― ¿Cómo puedes tener tanta energía después de tomar tanto ayer? ― soltó Yoongi para intentar desviar la atención.

― Esto no es nada, cariño ― respondió la mujer con una enorme sonrisa, tan parecida a la del joven de cabellera carmesí ― Si quieres arrepentirte de ser su amigo este es el momento, después no te querrá dejar ― continuó mientras soltaba una sonora carcajada.

― Creo que lo tomaré en cuenta ― aseguró el joven seguido de una tímida risa.

― ¡Hyung! ― se quejó el menor mientras empujaba levemente al pelinegro y plasmaba un puchero en su rostro.

¿Cómo Hoseok podía ser tan lindo? Yoongi estaba a punto de tener un paro cardiaco, y aquellos tiernos mofletes serían los causantes.

― Bueno chicos los dejo, tengo que preparar el desayuno. Más te vale meterte a bañar en este preciso momento jovencito ― ordenó la mujer para después salir de la habitación y dejarlos completamente solos.