¡Muy ruidoso! [SOPE]

#13

Hoseok brincaba y disfrutaba de la música junto a toda la aglomeración de personas, cuando se dio cuenta de la ausencia de su amigo.

― ¿Jimin? ¡Jimin! ― intentó llamar al joven sin obtener ninguna respuesta.

Hoseok al no encontrar al menor, decidió regresar a la mesa donde estaba Yoongi.

Al llegar, se percató de la presencia de un joven de anchos hombros y negra cabellera, con diversas perforaciones en la cara, el cual se mantenía hablando plenamente con el pálido chico mientras bebían de unos grandes tarros de cerveza.

― ¡Hyung!

― Hola Hoseok ― saludó el mayor, mientras el joven desconocido miraba al pelirrojo con curiosidad.

― ¿Hyung, no ha visto a Jimin? ― El menor se sentó en la silla que quedaba exactamente frente al pálido.

― Solo lo vi cuando se fue contigo ¿Todo está bien?

― Si, no se preocupe, lo más seguro es que haya ido al baño o algo ― contestó el pelirrojo con inquietud.

― Bueno Yoongi, me tengo que ir, solo dios sabe que puedan estar haciendo Bambam y Yugyeom, nos vemos mañana ― el muchacho de ruda apariencia se levantó ― Hasta luego ― Se despidió amablemente del pelirrojo y se fue.

― ¿Quién era él? ― cuestionó Hoseok con curiosidad

― Él es como mi jefe, se llama Jaebum ― contestó el pálido mientras le daba un último sorbo a su tarro ― ¿Quieres algo de tomar?

El menor asintió y se dirigieron a la barra, donde rellenaron el vaso del joven de azabache cabellera y le sirvieron uno al bailarín.

La noche pasó sin alguna señal por parte de Namjoon y Jimin, Hoseok se había cansado de llamar al rubio y Yoongi estaba arto de mandarle maldiciones a Namjoon en busca de su ubicación.

― Ya aparecerán ― era el nuevo mantra de Yoongi para calmar sus nervios al no encontrar a esos desconsiderados jóvenes que probablemente ya ni se encontraban en aquel club.

― Hyung, ¿Cómo puede ser tan lindo? ― alagó el menor mientras lo miraba fijamente ― ¡Lo amo! ― gritó llamando la atención de algunas personas que estaban cerca de ellos

―¡Hoseok cállate! ― el mayor puso una mano rápidamente en su boca antes de que gritara de nuevo ― Ya estás muy borracho, mejor vámonos ― pidió el con nerviosismo.

― ¡No! Quiero estar con hyung ― el menor se enganchó a la cintura de Yoongi.

El pálido intentaba mantener la compostura ante aquel impertinente chico que cada vez acortaba más la distancia entre los dos.

― ¡Ah! Está haciendo mucho calor ― Hoseok se despojó de su chaqueta negra, dejando al descubierto sus fornidos brazos.

Al mirar de cerca las extremidades del menor, Yoongi se pudo percatar de pequeñas manchas violetas que adornaban desde su antebrazo hasta su muñeca, aquello le hizo recordar todos los golpes con los que el pelirrojo había llegado aquella vez en su departamento.

Al pensar en ese momento, una angustia inundó la mente del pálido, los días que siguieron después de haber curado al pelirrojo, había estado muy preocupado, pensando en cuál era la situación en la que aquel sonriente chico vivía.

A pesar de que el pálido quisiera ayudarlo, no sabía de qué manera abordar el tema sin que el menor se sintiera atacado ni presionado, nunca fue bueno en ese tipo de cosas y no quería lastimar más a aquel vulnerable chico.

― Hoseok ¿Te puedo hacer una pregunta? ― El mayor hablaba con nerviosismo.

― Pues ya me está preguntando algo ― el menor lo miro con una boba sonrisa en su rostro.