-¿Por qué te tengo que acompañar yo? –Se quejó Jaebum, mientras esperaba parado junto a Jinyoung en la entrada del aeropuerto.
-Porque Jackson estaba enfermo, Bambam lo está cuidando, Mark no quiso venir, y Youngjae y Yugyeom tenían deberes por hacer. ¿Algo más importante que tenías que hacer además de esto? –Respondió Jinyoung, mirando con una ceja alzada y de brazos cruzados a su amigo.
-Ah... ¿alimentar a mis gatos cuenta? –Indagó Jae con su mirada perdida.
-Vamos, deja de decir idioteces aunque sea por un momento. –Bufó Park, rodando sus ojos. –Primero mueres de hambre tú, antes que uno de esos gatos lo haga. Está 100% comprobado que esos animales son más listos que tú. –Resopló con desdén, a lo que Jae gruñó bajamente. –Cállate y deja de quejarte. Estás haciendo esto porque eres mi amigo, ¿o acaso quieres formar parte de la lista de enemigos? –Frunció su ceño hacia el contrario, quien negó erráticamente.
-No, no. Tranquilo. Amigos, somos amigos. –Respondió nerviosamente.
-Eso espero, basura. Sabes lo que pienso acerca de la traición. –Advirtió Park severamente.
El aire se volvió un poco incómodo entre los amigos, por lo que Jaebum en un ataque de nervios, cambió el tema repentinamente.
-Eh... ¿y a quién esperamos? –Preguntó curioso, desviando su mirada.
-Oh. A mi hermanito menor. –Soltó exultante de pronto. –Llevo dos años sin verlo. Fue a vivir a Busan con la abuela, debido a extraños motivos personales de mis padres. Pero hoy regresa y vivirá conmigo. Lo extraño tanto. Esperé con ansias por este día. –Explicó con rebosante emoción Park, consiguiendo impresionar al chico junto a él.
-¿Tienes un hermano? –Inquirió Im, confundido.
Había mucho que no sabía de Jinyoung, y eso que ya llevaban siendo amigos durante cinco años.
-Sí, es menor que yo por dos años y ahora estudiará en el instituto. Será genial. –Sonrió de forma reluciente.
-Ah, ¿y cómo es tu hermano? –Cuestionó junto a un bostezo y las manos en sus bolsillos.
-Ya lo verás... –Fue lo único que respondió el otro azabache.
Esperaron por unos largos diez minutos, hasta que Jinyoung se alertó repentinamente.
-¡Oh, es él! –Im guió su vista hacia el lugar que el ajeno señalaba, solo para llevarse una gran decepción.
Jaebum observó a un sujeto sudoroso y gordo que sonreía ampliamente hacia Jinyoung.
No iba a mentir, él se esperaba algo mejor.
Claro que su primera impresión cayó en pedazos, cuando vio como Park empujaba a un lado al sujeto desagradable, para abrir sus brazos en espera de lo que parecía ser un pequeño ángel.
Un lindo chico peli-rosa corrió hacia Jinyoung, y se aferró a él como un pequeño koala.
Todo en el chico era hermoso.
Tenía una piel brillante y se notaba suave al tacto; unas hermosas mejillas regordetas de un color rosa, sus ojos eran pequeños y lindos que rebosaban en brillo, sus manos eran delicadas como las de un niño, y tenía una hermosa sonrisa que deslumbraba todo el lugar, sin mencionar que sus labios brillaban al igual que él.
-¡HYUNG! ¡Lo extrañé! ¡Lo extrañé muchísimo! –Chilló felizmente el chico con sus ojos cristalizados, y un adorable puchero en sus labios de cereza.
-Yo también te extrañé, pequeño. ¿Cómo has estado? –Espetó Jinyoung con emoción, bajando al tierno peli-rosa de sus brazos.
-He estado bien, Hyung. Vivir con la abuela fue genial, aprendí mucho acerca de la cocina, y el abuelo siempre contaba historias muy entretenidas. Me cantaban antes de ir a dormir y me daban dulces para ir a la escuela. –Contó el chico con palpable felicidad, sus ojos brillantes y una enorme sonrisa.
-Qué bueno, mi pequeño. Está bien que hayas aprendido a cocinar. Ya sabes que la cocina y yo, somos enemigos mortales. –El menor asintió enérgicamente y rio por lo dicho, cubriendo su boca con su pequeña manita.
-¡Sí! ¡No se preocupe, Hyung! ¡Yo le haré la comida y le prepararé las galletas de la abuela! –Declaró el de cabellera rosa.
Los Park estaban tan distraídos en su cálido encuentro, que se olvidaron por completo de Jaebum, quien observaba sorprendido al pequeño Park.
Era literalmente perfecto.
Im tosió falsamente y con innecesaria fuerza, logrando así llamar la atención de ambos hermanos.
-Oh, sigues aquí. –Masculló Jinyoung con desdén, a lo que el contrario frunció su ceño.
-¿Quién es él, Hyung? –Inquirió inclinando su cabecita a un lado, cual cachorro. –¡Me gusta su camiseta! ¡Tiene un gato! –Exclamó de pronto con emoción, logrando hacer sonreír a Jaebum.
-¿Te gustan los gatos? –Preguntó de vuelta Jae, por lo que el Park menor asintió.
-Sí, mi abuela tenía tres en casa. Ellos jugaban mucho conmigo, ya que no me dejaban salir de casa. Eran mis únicos amigos. –Comentó el pequeño con sus ojos brillantes.
-Yo también los amo. Tengo cinco en casa. Puede que también se hagan tus amigos, son muy cariñosos. –Alegó amablemente el mayor con una sonrisa de labios.
-¡Me encantaría conocerlos! –Afirmó con un pequeño salto de felicidad el peli-rosa.
-Okey. Antes de ir a conocer a los gatos de este tarado. Debemos ir a casa para que descanses, bebé. –Se interpuso Jinyoung, tomando las maletas de su hermano y empezando con su andar.
-¡Pero, Hyung! ¡Él aún no me ha dicho su nombre! –El menor hizo un puchero, y se cruzó de brazos en protesta.
-Ah, si... –El peli-negro se detuvo, para presentar rápidamente a su amigo y hermano. -De acuerdo, pequeño. Él es Im Jaebum, uno de mis amigos del instituto. Jaebum, él es mi hermano menor, Park Jimin. –Presentó Jinyoung, completamente desinteresado.
Jaebum estiró su mano hacia el menor, esperando a que Jimin la estrechara, pero este en cambio, y para sorpresa del mayor, solo lo estrechó en un fuerte abrazo.
-Si eres amigo de Hyung, entonces también eres mi amigo. –Pronunció con voz tierna el pequeño Park.
El azabache sonrió, aunque su sonrisa se borró de inmediato, al ver el gesto enojado de Jinyoung. Este mismo tomó a Jimin del antebrazo, para separarlo de su amigo, y arrojarle las maletas a Bum.
El Park mayor se acercó a Im, para susurrarle algo que lo dejaría helado.
-Él es mi hermanito. Por lo que eso se traduce a: zona prohibida, ¿entendido, Im? –Farfulló Young con su típica mirada infernal, a lo que Jaebum tragó duro, al ver la expresión macabra del otro peli-negro.
Jinyoung solo lo llamaba por su apellido cuando estaba enojado.
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¡Malditos Park!
Fanfiction*¿Por qué odias tanto a Park Jinyoung?* -Porque es un maldito bastardo que solo llegó a mi vida para joderla con su asquerosa y vomitiva existencia. Si pudiera matarlo de una vez por todas y cortarlo en un millón de pedazos para luego vender su carn...