¡Malditos Park!

¿Qué es una indirecta?

Youngjae, Bambam, Yugyeom y Jimin, estaban hablando en medio del pasillo del instituto.

Mantenían una animada conversación de cosas tontas, solo para pasar un buen rato, pero repentinamente, al pequeño grupo se acercó un chico de extraña sonrisa y llamativo cabello azulado.

-¡Hola, Youngjie! ¿Qué tal? –Saludó Taehyung a su amigo, quien lo recibió de la misma manera.

-Hola, Taehyungie. Bien, ¿Cómo has estado? –Youngjae le sonrió ampliamente al contrario.

-Perfectamente, Youngjie, como siempre. ¿Y ustedes? ¿Cómo han estado? –Cuestionó el peli-azul, dirigiéndose esta vez hacia Bambam y Yugyeom.

-Bien, Taetae. Nada nuevo, la verdad. –Contestó tranquilamente el de cabello grisáceo, y Yugyeom solo sonrió.

-¿Nada nuevo? Pero si aquí yo veo una cara nueva que no conocía... –Mencionó sonriente, acercándose a Jimin. –¡Hola, niño! ¡Soy Taehyung! ¡Me gusta tu cabello! –Exclamó alegremente, consiguiendo que Park riera.

-A mí también me gusta el tuyo, Taehyungie. Es muy lindo. –Halagó el más bajo con una sonrisa.

-¿Verdad que sí? Mi papá dijo que parecía una paleta, y yo le dije que eso significaba que era rico y diferente. –Contó con emoción.

Todos rieron ante el comentario de Taehyung. Este era al único que trataban como un amigo de la banda de Min, ya que él no se dejaba influir por las reglas de Yoongi, y Jinyoung dejaba que fueran amigos, ya que sabía que Tae es inofensivo.

-Mi abuela cuando me vio el rosa en el cabello, pensó que por error me había caído glaseado de pastel en la cabeza. –Jimin rio ante el recuerdo de su adorable abuelita.

-¿Te imaginas que fuera cierto? Nuestros cabellos serían deliciosos. –Opinó Taehyung con una amplia sonrisa.

-¿Y a qué sabría mi cabello? –Inquirió Bambam con curiosidad.

Su cabello era gris, así que...

-Oreo. Tu cabello sabría a Oreo. Tiene el color muy similar al helado de Oreo. –Opinó el peli-azul muy convencido.

-Oh, ese es mi sabor favorito. –Espetó Choi, mientras acariciaba las grisáceas hebras del tailandés.

-Yo comería el cabello de Jimin. Se ve como algodón de azúcar. –Intervino Yugyeom, mordiendo la cabeza del pequeño peli-rosa suavemente, a lo que este rio ligeramente.

Sí, un grupo de raros, estaba teniendo una rara discusión acerca de los sabores de sus raros cabellos.

Pero su feliz conversación, fue interrumpida por Jungkook, quien había llegado en busca de Taehyung, y quedó sorprendido ante la extraña escena.

-Taehyung... Yoongi quiere preguntarte algo. –Masculló Jeon, mirando con confusión al grupo de amigos.

-¿Ahora qué quiere? –Bufó Kim, rodando los ojos. –Ya no tengo dinero, lo poco que tenía, se lo di en el almuerzo. –Contestó, frunciendo su ceño.

-No, no es por dinero, Taehyungie. Él quiere hablar contigo. –Dijo Jeon, esta vez depositando su vista en Yugyeom, quien bajó su mirada nervioso.

Jimin notó eso.

-¿Qué quiere hablar? Yo no quiero hablar con él, yo quiero hablar con ellos... –Taehyung empezó a hablar rápido, pero Jungkook ya no lo escuchaba, el único sentido que le funcionaba era la vista, y esta estaba completamente sobre Yugyeom.

-Hola, Brownie... –Jeon sonrió como bobo, con un ligero rubor en sus mejillas, y las manos metidas en sus bolsillos con nerviosismo.

-H-hola, Kookie... –Saludó Yugyeom, mientras miraba las mangas del suéter con las que jugaba nervioso.

Todos mantuvieron silencio por unos minutos, era a la vez incómodo y lindo.

Pero Jimin se propuso a romper aquel ambiente, y lo peor de todo, es que lo hizo inconscientemente.

-¿Qué fue eso? ¿Un saludo de pareja? Sonó muy lindo. Kookie y Brownie. ¡Oh! Mi abuelita me daba esos postres en la merienda, es una gran combinación. Deberían intentarlo. –Mencionó Park con un tono tierno.

Pero lo único que consiguió fue hacer que ambos castaños quisieran morir de la vergüenza. Sus mejillas ardieron con mayor fuerza, ya que con el “Deberían intentarlo”, ellos entendieron otra cosa.

-V-vayámonos, Tae. No podemos hacer esperar a Yoongi. –Farfulló Kook rápidamente, tomando al peli-azul de la muñeca, para empezar a tironearlo lejos de ese lugar.

-Pero te dije que no quiero... –Reclamó Kim, aunque Jungkook lo sacó de ahí, sin dejarlo siquiera despedirse.

-Ahm...Vamos, Bambam. Acabo de recordar que tengo un compromiso con Jinyoung. –Declaró Yugyeom nerviosamente, también tomando a Bambam del brazo.

-¿Y yo qué tengo que ver en eso? –Indagó el tailandés confundido.

-Que eres mi amigo, y vienes conmigo. –Finalizó Kim, para desaparecer junto con su mejor amigo.

Jimin y Youngjae quedaron solos en aquel pasillo, y Choi sonrió después de un suspiro, mientras que Park se encontraba extrañado por todo lo sucedido.

-No entendí, ¿Qué sucedió? –Soltó el peli-rosa con su ceño ligeramente fruncido.

-Oh, cierto que no lo sabes. Jungkook y Yugyeom están completamente locos por el otro, pero ninguno tiene el valor de decírselo. –Choi soltó una ligera risa, mientras echaba su cabellera hacia atrás con su mano. –Aunque estoy seguro que con esa indirecta que les has lanzado, lo pensarán un poco mejor. Eres increíble, Jiminie. –Este mismo, rio nerviosamente y luego sonrió tímido.

-Ja, ja. Si... –Murmuró bajamente, a la par que jugaba con sus manos entre sí. –¿Qué es una indirecta?

Él no recordaba haber hecho nada.

Ni siquiera conocía aquel término utilizado por el azabache.