YEYO

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Jimin iba tarareando sutiles melodías, a la par que sonreía ampliamente mientras mantenía su sorpresa en sus manos.

El pequeño reconoció a poca distancia el establecimiento donde ahora trabaja su novio. Sin mucho más, simplemente apresuró su paso hacia el lugar.

Con una enorme sonrisa, estaba a punto de cruzar por la gran puerta de cristal, hasta que sus pequeños e inocentes ojitos que su mamá le dio, observaron una que sería probablemente, la mayor pesadilla que asecharía sus pensamientos cada vez que vaya a dormir.

¡¿AWATAFAKA?!

¡¿Por qué vergas SU Min Yoongi estaba riendo junto a otra persona que no era él?!

Es que Jimin se creía capaz de entrar y sacarle los dientes a su novio sólo por mostrar esa hermosa sonrisa a alguien más.

Que si tenía un problema, tal vez.

Pero es que a Jimin le vale verga lo que pienses, porque no eres psicólogo ni mucho menos estás en derecho de afirmar si es un lunático celoso o no.

¡Eso no le interesa!

Lo único que es capaz de quitarle el sueño en estos instantes al pequeño Park es presenciar el hecho de que su hombre le está hablando a una mujerzuela, mientras se ríe tan tranquilamente como si no tuviera a alguien que espera por él en casa.

Pero qué descarado.

-¡¿PERO QUÉ SIGNIFICA ESTO, MIN YOONGI DEL VALLE?! -Vociferó Jimin totalmente escandalizado al entrar en la tienda, llamando la atención de los otros dos presentes. -¡TÚ ME ESTÁS ENGAÑANDOOO-OOH!

La chica peli-morada junto a Min intentó no carcajearse por aquello.

Ella lo sentía, pero tenía que reírse.

Yoongi por su parte, negó erráticamente, acercándose presuroso a su pareja para aclararle las cosas sin ningún tipo de malentendidos.

-No, no, mi amor. Escucha, no es lo que crees. Puedo explicarlo. -Alegó rápidamente, tratando de tomar a Park de los hombros, quien no paraba de moverse.

-¡Ahg! ¡Esa es la típica frase que usaría un infiel traidor sucio y miserable, el cual quiere librarse de todos sus errores en último momento! ¡¿Te duele, no?! ¡¿Te molesta que te encuentre con la otra?! ¡Seguro preferías que no viniera, ¿no es así?! ¡Eres un bastardo, Min Yoongi! -Jimin no dejaba de crearse sus propias teorías locas en su linda cabecita.

Y es que era inaudito que su novio le sonriera a alguien más.

Era una falta de respeto para él, y para su relación.

El pálido trató de calmar a su pareja, quien parecía cada segundo más histérico.

-Ahm... ¿Debería traerle agua o algo? Parece que explotará en cualquier momento. -Añadió la chica bajamente, interponiéndose en lo que ella predecía como una guerra entre la pareja.

El menor la miró fulminante, entrecerrando sus ojos con amenaza, mientras se acercaba lentamente a la fémina.

-¿Quién eres tú? ¿Y POR QUÉ DEMONIOS TE HAS CREÍDO CON EL DERECHO DE SONREÍRLE A MI MARIDO? -Rugió Park, quien si no fuera por las manos de su novio, ya se encontraría sobre la chica con pelos de uva.

La fémina miró a Yoongi, pidiéndole a este mismo ayuda con sus ojos.

De verdad parecía que ese lindo e inocente chiquillo la descuartizaría en menos de un segundo.

-Minie, por favor, déjame explicártelo. Es sólo una amiga y compañera. No lo malinterpretes, cálmate por favor. -Suplicaba el mayor cansino.

¿No podían simplemente regresarlo a la época donde Jimin era un tierno algodón de azúcar pacifista?

¡Malditos Park!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora