El silencio inundaba aquel lugar aburrido. No se escuchaba ni el sonido de una mosca.
El robusto hombre de gafas soltaba largos suspiros cada cinco segundos, y miraba fijamente a los dos chicos sentados frente a su escritorio.
Sí, Min Yoongi y Park Jinyoung están en la oficina del director, otra vez...
-A ver si entendí bien. Debido a que el señor Min colocó un chicle en el cabello del señor Park; la primera opción de Park, fue echarle un balde entero de agua de los sanitarios a Min. –Ambos jóvenes asintieron a la par, completamente serios y de brazos cruzados. –Solo tengo una pregunta, ¿por qué?
Ambos chicos se miraron con sus ceños fruncidos, y luego se alzaron de hombros a la vez, sin tener una respuesta para ello.
El director cayó rendido en el escritorio y soltó un suspiro que denotaba su absoluto cansancio.
-Armaron un gran escándalo, y lo peor de todo, es que a Park se le ocurrió dejar toda esa agua sucia en la cafetería. Y evidentemente, no pudieron dejarlo así. Debieron continuar con su disputa por los pasillos, abollando los casilleros con sus puños. ¡Ni siquiera sabía que eso podía ser posible! –Relató frotando el puente de su nariz, completamente frustrado.
-Sí. Director, tengo un importante compromiso en una hora, así que ya debo irme. Díganos cuál es su castigo esta vez, y que sea rápido por favor, no tengo todo el día. –Agregó Jinyoung, ya hastiado.
Esa situación se repetía tres veces cada semana, incluso hasta más.
Lo que menos quería Jinyoung era ver la estúpida cara de Min Yoongi. Pero con sus constantes disputas, era la que más veía en ese maldito instituto.
-Okey, ambos limpiarán la cafetería después de clases por un mes, a partir de mañana. Por ahora, largo Min. Ese olor a mierda que cargas, ya me está mareando. –Declaró el director señalando la puerta con una mueca de asco retratada en su rostro.
Park retuvo una carcajada y Min frunció su ceño.
Ambos jóvenes se levantaron y salieron de la oficina. Yoongi cerró la puerta detrás de sí y mantuvo una mortal guerra de miradas con el peli-negro.
-Ni creas que esto acaba aquí, Park. –Dijo en un gruñido el peli-menta.
-Nunca lo hace, Min. –Respondió Jinyoung en un resoplido y de brazos cruzados.
-¡Púdrete, Park!
-Después de ti, Min.
Ambos se fueron en caminos contrarios.
Uno con un olor pestilente, y el otro con su cabello vuelto mierda.
ESTÁS LEYENDO
¡Malditos Park!
Fiksi Penggemar*¿Por qué odias tanto a Park Jinyoung?* -Porque es un maldito bastardo que solo llegó a mi vida para joderla con su asquerosa y vomitiva existencia. Si pudiera matarlo de una vez por todas y cortarlo en un millón de pedazos para luego vender su carn...