Misión: Asesinar a Min Yoongi ×2

822 115 18
                                    

-H-hola, Namjoonie... –Saludó con una tímida sonrisa el tailandés.

Namjoon se quedó paralizado en su lugar. Su boca se secó rápidamente, y sus manos empezaron a sudar debido a los nervios. 

Todos en el grupo de Park sabían sobre los sentimientos que en algún momento de su vida tuvo Namjoon hacia el atractivo Bambam, incluso este mismo era consciente de ello. Pero jamás se sintió atraído por el cerebrito de Kim. Suerte fue para él cuando se enteró que Namjoon tenía otro amor que sí era capaz de corresponderle. Incluso es con quien tiene una relación hoy en día, nada más y nada menos, que el hermoso joven Kim Seokjin.

Pero a pesar de jamás haberse dirigido la palabra, el que ambos supieran sobre los sentimientos del castaño, lograba que todo entre ellos fuera...muy incómodo.

-H-hola, Bambam... –Saludó Namjoon un poco nervioso por la repentina interacción que tuvo el tailandés con él.

-Y... ¿Cómo has estado? –Cuestionó el peli-gris, relajándose un poco. 

Porque... ¡vamos! Solo se trataba de Kim Namjoon, y él era King Double B, nada podría con él.

Never Ever!

-Bien...supongo. –Namjoon respiró profundamente y trató de sonar tranquilo. –¿En qué puedo ayudarte, Bam? –Sonrió amablemente el moreno, dejando a la vista sus adorables hoyuelos.

-Pues... –El peli-gris se detuvo a pensar en una excusa creíble. ¡Bingo! –La verdad es que necesito un tutor para inglés. Hablé con el director, y él me dijo que tú serías una muy buena opción. También me nombró a otros chicos, pero...para ser sincero no conozco a ninguno de esos. –Sonrió satisfecho de su propia excusa. –Bien, me preguntaba si tendrías el tiempo para que me des algunas tutorías. Claro, si quieres. No es como que te esté obligando. Si no estás disponible, simplemente buscaré a alguien más. –Culminó con una sonrisa, mientras veía con sus ojos brillantes al chico de lentes.

-Oh, yo, pues... –Balbuceó el castaño, sin saber qué decir.

Jamás creyó hablar directamente con el que anteriormente fue dueño de sus suspiros.

-No se preocupe. Puedo entenderlo, jamás hablamos o algo parecido. Y ahora me le acerco como si nada en busca de su ayuda. Soy un tonto. No importa, Namjoonie. No te molesto más. –Agregó Bambam al no recibir respuesta, realizó una corta reverencia ante el más alto, girando sobre sus talones para marcharse.

-No... ¡Espera! –Namjoon lo detuvo, sujetándolo de su antebrazo. Bambam sonrió satisfecho. –Te ayudaré. –Sentenció sonriente.

-¡¿En serio?! –Soltó con fingida emoción y vio al contrario asentir. –Oh, Joon. ¡Me has salvado la vida! –Chilló, envolviendo con sus delgados brazos al castaño, para darle más realismo a su interpretación. –Eres el mejor, Namie. –Sonrió ampliamente. –¿Te importaría darme tu teléfono para agendar mi número? Así podremos hablar, y me dirás cuándo estás disponible.

Kim le extendió su móvil al peli-gris, quien lo aceptó con una reverencia. 

Bambam sonrió victorioso, ya había cumplido con su trabajo, motivo por el cual, sus amigos no debían joderlo por el resto del semestre. 

Debido a que se sintió un poco culpable por la amabilidad de Namjoon, el tailandés sí dejó su número memorizado en el teléfono del contrario, como compensación de haberlo engañado.

-Gracias. Llámeme cuando quieras. –Agregó alegremente. Antes de irse, Bam plantó un beso en la mejilla izquierda de Kim a modo de despedida. –Qué tengas un lindo día, Namjoonie. –Sonrió, para finalmente irse.

¡Malditos Park!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora