El Reino Perdido

|La pista |

Me desperté muy cansada de la cama, me desperté y vi al hermoso sol despertarme, me levanté, me puse un vestido harapiento y destrozado, bote el otro extravagante por que sino me reconocerían, mis púas rosadas las corte un poco hasta mis hombros, dejándome casi irreconocible, cuando termine de ponérmelo, cogí unas botas altas marrones, me las puse y listo, camine hasta la puerta y cogí del perchero mi capa roja, me la puse y baje las escaleras.

ーOh, buenos días, Rose Catelia.ーpronunció el recepcionista saludandome mientras sostenía un periódico, voltee mi mano hacia la pila de periódicos. Wow, eran muchos, parece que me están buscando.

ーOh, buenos días Rodrigo.ーle dije al lobo que sostenía el periódico.

ー¿Se entero que la princesa Amelia Rose desapareció?ーpregunto el voltando el periódico donde salía una pintura mía con el cartel de se busca, seguramente los cazarecompensas me estarán buscando, tal vez me secuestren para obtener más, debo tener cuidado.

ーOh, no lo sabía.ーdije poniendo una falsa cara de preocupación lo más que podía, creo que funcionó.ーTendré que irme.—agregue mientras arrojaba unas monedas en la mesa donde él se encontraba.

ー¿Oh? Ya veo.ーtoma las monedas.ーFue un gusto tenerte estos 4 días, señorita Rose.

ーIgualmente.ーdije para luego retirarme, pasaré denuevo por la casa de la adivina seguramente ella me ayudará, estoy en el pueblo Asnaria en busca del Beta, mi tío me dio cosas para el viaje, en el equipamiento que cargaba "Vainilla" habia un mapa con los posibles lugares donde pueden saber sobre el Beta, el primero es este, una 40 millas tal vez lejos del castillo pero aquí la información parece que llega muy rápido, camine por las amplias calles, vi lugares hermosos, restaurantes, hostales, entre otros. Hasta que me paré en una casa pequeña de color... ¿verde? Así parece, toque la puerta unas cuantas veces pero nadie respondía, después cuando me iba a dar por vencida, la abrieron, una murciélago de alta estatura, su cuerpo era muy "extravagante", sus curvas estaba bien formadas, tenía un vestido rojo muy rojo para mi gusto, sus labios estaban pintados color carmín.ーOh, tu denuevo,¿no te cansas?ーpregunto la murciélago posándose a un lado de la puerta dejándome pasar.

ーNo, debo tener respuesta, debo encontrarlo.ーdije mientras camine hasta el interior de la casa, me senté en los cojines del suelo, mire a los lados, estaban cuadros raros, sobre jirafas, también lobos y demás animales, ella vino y se sentó adelante mío, vi la mesa que estaba entre los dos cojines, tenía cartas, una bola en el centro y dados, el color era un marrón opaco y rojizo.

ーTe he dicho que está muerto y aún eres persistente.ーdijo ella, mientras movía las cartas en sus manos.

ーNo me importa ser persistente si consigo lo que busco, por favor, Adivinadora Rouge, necesito saber donde se encuentra.ーdije con una mirada de desesperación, debo encontrarlo, no me importa que debo hacer, una guerra se avecina... no, ya está aquí.

La murciélago solo suspira, detiene las cartas en sus manos y las pone en la mesa.ーEsta bien, hare lo que pueda pero sólo puedo saber de tu futuro, si el de él se enlaza con el tuyo, tal vez sepa algo.—pronuncio ella para luego levantarse, pero la detengo.

ー¡No! Espere, yo no quiero saber de mi futuro, quiero saber del pasado, saber lo que ocurrió el día de la masacre, tal vez así lo descubra y si no, pues probaremos su método.ーdije tranquilamente ella sólo me miro y siguió, regreso con unas hojas, plantas y una taza de madera.

ーPrimero haremos el tuyo, si no funciona, haremos mi método. Ya veo.ー se sienta la murciélago.ーVer el pasado es un poco difícil, pero podré hacerlo, pero tendré que tener la esencia de alguien que estuvo ahí en la masacre.—agregó ella, poniendo sus manos en la mesa.