El Reino Perdido

|Contarle o no contarle|

Los días con Amy son muy agradables, ella es fuerte y decidida, sabe manejar muy bien la espada.

Hemos ganado la confianza mutua o eso creo, pero todavía me persigue esa pregunta... ¿Debo contarle? ¿Debo decirle lo que soy?
Aunque quisiera hacerlo, el miedo me aterra de lo que dirá o como se sentirá.

Es muy difícil saberlo para mi, también debo aprender los elementos que me faltan agua, tierra y fuego.

Pero aún así, no se si contárselo.

Pero he decidido que lo haré, debo tomar el valor y debo aprender los elementos. Y salvar al mundo del rey del Stalia.

[...]

En un Palacio, muy lejano, un ruido se escuchaba en unos oscuros pasillos, el ruido del metal se escuchaba ahí, se podía ver un erizo azulado y con ojos rojos, él caminaba por el pasillo hasta una sala que parecía la del trono.

ーSu majestad.ーdijo el erizo haciendo una reverencia ante el erizo de franjas rojas y pelaje negro que yacía sentado en lo que parecía ser el trono con una sonrisa maliciosa en sus labios.

ー¿Qué me has traído hoy?ーpregunto el erizo con su sonrisa y su voz arrogante.

ー Señor, unos lacayos de usted han encontrado a un erizo azul marino,ーdijo el erizo para mostrarle un papel de la figura que nombraba.ーmuchos afirman que es la reencarnación del Beta, señor.ーagregó para finalizar su reporte.

ー¿¡Qué?! ¡¿Cómo es posible?! ¡Él debía estar muerto!ー pregunto incrédulo ante lo dicho por el erizo, su sonrisa se desvaneció por un rostro con ira.

ー Puede mandarme a capturarlo, señor y saciar sus sospechas.ーdijo el erizo, el otro mostró una sonrisa confiada y maliciosa en su rostro.

ーAdelante y no me falles, busca por tierra y mar a ese sujeto y tráemelo vivo.ーdijo afirmando la captura.

ー Como órdenes, señor ーhizo una reverencia y salió de esa habitación dejando solo a ese erizo.

[...]

El erizo al ver que el azulado salió de su habitación tomó la copa de vino que yacía a su lado, la tomo con su mano izquierda y movió suavemente, el líquido rojo que yacía en esa copa se movía en el recipiente de vidrio.

ー Pronto tu legado caerá hermano mío y seré yo quien reine en este mundo.ーdijo con odio en su voz, sólo sonrió con esa sonrisa presumida y empezó a reír como un loco ante las palabras que él había dicho.

ー Señor ーuna gata de pelaje púrpura se presentó en su recámara.ー, he venido a hacer mi reporte.ーdijo seria la gata que vestía una armadura de guerra.

ー¡Blaze! ーgrito enojado por la osadía de la gataー¿Qué he dicho de llamar?ーpregunto él molesto dejando su copa en donde estaba.

ーDisculpe, mi señor. ¿Me retiro y espero su llamado? ーpregunto la gata con una mirada seria en sus ojos ámbar.

ー No hace falta, ya estas aquí, pero para la próxima toca.ーdijo el erizo con el entrecejo fruncido.ーDime, ¿cuál es el informe?ーpregunto calmadamente, pero aún con molestia en su voz.

ー Sí, señor, en la guerra con el reino del agua hemos tenido bajas, muchas en realidad.ーel hombre al oír eso chasco la lengua en señal de enojo.

ー ¿Cuantas, Comandante Blaze?ーpregunto el erizo enojado, deseando que no fueran tantas pérdidas.

ー Unos 300,000 soldados, señor.ーdijo la gata sin perder la postura y la cordura ante la mirada atemorizante de su señor, parecía que ya estaba acostumbrada a ella.