a c c e p t a n c e

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  Aparcó su bicicleta justo al lado de la estatua de Paul Bunyan mientras comenzaba a buscar al chico con su mirada. Lo encontró sentado en el banco, sumido en sus pensamientos. Observó como miró su reloj de mano y se levantó, acomodando su riñonera. Al darse cuenta de que tenía la intención de irse, la pelirroja corrió rápidamente hacia él.

— ¡Eddie! —gritó, causando que el chico al oír su nombre se dé vuelta hacia ella. Maldijo por lo bajo al verla. Lo que menos quería es que ella llegara a confundirlo aún más de lo que ya estaba.

  — Bev, hola —le dedicó una pequeña sonrisa, la cual ella le devolvió al segundo. Al momento en que ella sonrió, el chico pensó que sentiría alguna extraña sensación, como si su corazón se fuese a salir de su pecho o algo parecido. Pero aquello nunca llegó. Se supone que es lo que pasa cuando te gusta alguien, ¿no?

  — ¿Cómo estás? —Marsh intentaba sonar normal antes de sacar el tema de conversación que la había llevado hasta allí—. Justo venía de la casa de Richie y te vi aquí, por lo que quise pasar a saludarte.

  — Yo... —iba a contestar la primer pregunta, pero al oír el nombre de Richie salir de los labios de la chica, esa presión en el pecho volvió a aparecer— ¿Estuviste con Richie? ¿De nuevo?

  Su respiración se aceleró y no pudo evitar sentir como su estómago se revolvía. Aquello le recordó a cuando encontró ayer a Beverly y Richie juntos. Tuvo que recordarse a sí mismo que los celos que había sentido habían sido únicamente porque le gustaba Beverly y porque realmente no quería que hubiera algo entre su mejor amigo y la chica que supuestamente le gustaba. ¿A quién le gustaría que tu mejor amigo salga con la chica que te gusta? Exacto, a nadie.

  Pero Bill era su amigo y salía con la chica que le gustaba. ¿Por qué al pensar en ellos no le causaba nauseas como al pensar en Richie y Beverly juntos? El amor definitivamente era uno de los más grandes misterios del universo.

  — Sí, ya sabes. Es divertido pasar tiempo juntos —el chico tuvo que desviar su vista e intentar centrar sus pensamientos en otra cosa. Hasta que algo llegó a su mente. ¿Y si el azabache le había contado a Bev sobre sus sentimientos por ella?

  — ¿Y te contó algo?

  — ¿Algo cómo qué? Deberás ser más específico, Eds. Richie es capaz de contar mil cosas por segundo —soltó una pequeña risa, pero no fue nada gracioso para Eddie—. Me dijo que tú tenías que contarme algo —mintió.

  — ¿Yo? ¿Contarte algo? —la chica asintió con una pequeña sonrisa. Maldito Richie—. Pues...

  — ¡Espera! ¡Dejame adivinar! —fingió pensarlo durante unos segundos, y luego volvió a mirarlo pero esta vez de manera cómplice—. Te gusta alguien. Es eso, ¿verdad?

  El hipocondríaco se atragantó con su propia saliva. ¿Qué le diría? ¿Que él estaba intentando hacerse creer a sí mismo que gustaba de ella para no aceptar la realidad? No. Esa no era una opción. Simplemente no quería pensarlo porque no era algo que esté bien. Pero entonces, ¿cómo explicaba la forma en la que su corazón se aceleraba al estar cerca de él? ¿O su constante necesidad de querer verlo bien porque sentía que al verlo bien y estando feliz, él estaba bien?

  La mirada esperanzadora de la chica no se iba de su rostro, deseando que la respuesta sea un "sí, y ese alguien se llama Richie Tozier", pero sabía perfectamente que las cosas no serían tan fáciles.

  — Tomaré tu silencio como un sí. ¿Me quieres contar quién es? Guardaré el secreto.

  Notó la mueca incómoda de Eddie, y entonces comenzó a sentirse mal. Había sido muy impulsiva y le estaba dando mucha presión al castaño, cuando lo más probable es que si realmente le gustaba Richie, tardaría bastante en finalmente aceptarlo o poder decirlo en voz alta. Recordó lo que el azabache le contó sobre que él tardó mucho tiempo en finalmente aceptar que lo que sentía por Eddie era más que simple amistad. Ella no quería presionar al hipocondríaco ni hacerlo sentir incómodo. Todo el mundo tenía sus tiempos, y ella no estaba respetando los de él. Además era algo difícil de hablar, sobre todo estando en un pueblo como Derry, por eso creía que Richie había sido realmente valiente.
Soltó un pesado suspiro. No tenía que hacerlo hablar a la fuerza, simplemente tenía que hacerle entender que el hecho de sentir algo por alguien de tu mismo sexo estaba bien. Era normal, después de todo seguía siendo amor, atracción, o lo que sea que sintieses.

dirty little secret ;; reddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora